Tarta de la abuela
Si hay una receta que nos evoca recuerdos de la infancia, esa es la tarta de galletas y chocolate. Un postre irresistible y muy sencillo de preparar incluso para los más inexpertos en la cocina
- Raciones6
Cuando hablamos de tartas tradicionales, esta es el clásico por excelencia. Una receta que pasa de generación en generación y que siempre triunfa entre los más pequeños (y no tan pequeños). Se puede preparar de muchas maneras, pero hoy vamos a probar una versión con natillas de maicena, de este modo obtendremos una tarta mucho más cremosa. Es muy fácil de hacer en casa porque no hace falta ni encender el horno y, además, se prepara con ingredientes que son muy sencillos de manejar, así que puede ser una buena opción para introducir a los niños en el mundo de la cocina.
- 250 gr de chocolate
- Galletas rectangulares (unas 40, aunque eso dependerá del molde que se utilice)
- Un litro de leche
- Dos sobres de maicena
- Cacao en polvo
- Azúcar
Primero preparamos las natillas. De un litro de leche llenamos dos medios vasos y, en cada uno de ellos, disolvemos un sobre de maicena y revolvemos bien para que no queden grumos.
Ponemos otros dos vasos generosos de leche a calentar en un cazo a temperatura media.
Antes de que empiece a hervir la leche incorporamos los vasos con la maicena disuelta y removemos hasta que veamos que tiene espesor.
Cuando empiece a hervir apagamos el fuego y echamos dos cucharadas y media de azúcar. Mezclamos todo bien y reservamos.
Vamos ahora con el chocolate. Ponemos en un cazo otro vaso de leche y todo el chocolate a tempera media-baja. Removemos para que no se pegue y hasta que se espese.
Cuando el chocolate ya esté listo apagamos el fuego, echamos dos cucharadas y media de azúcar y mezclamos.
Ahora ya podemos empezar a montar la tarta. Mojamos las galletas en leche (no mucha para que no se deshagan) y colocamos una capa que cubra el fondo de nuestro recipiente. Después, ponemos una primera capa de natillas y la extendemos con la ayuda de una cuchara. Otra de galletas y añadimos ya una generosa capa de chocolate encima bien extendida. Repetimos todo este proceso otra vez.
Cubrimos la tarta con film transparente y la dejamos reposar en la nevera un mínimo de 4 horas. Para rematar, podemos espolvorear un poco de cacao encima antes de servir.
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