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¿Sobrevivirá tu carrera a la  inteligencia artificial? Las claves para el éxito laboral

Las seis lecciones que debes aprender

¿Sobrevivirá tu carrera a la inteligencia artificial? Las claves para el éxito laboral

Getty Images.

Si hay un sector en el que la inteligencia artificial está siendo disruptiva es la educación. En medio del proceso de transformación, los futuros universitarios se preguntan qué estudiar para asegurar el éxito profesional. Los expertos nos dan pistas.

Viernes, 05 de Julio 2024, 11:28h

Tiempo de lectura: 9 min

Una nueva generación de estudiantes ha superado la selectividad. Pero ¿sobrevivirán estos futuros universitarios al tsunami de la inteligencia artificial (IA) que está transformando simultáneamente los sistemas educativo y productivo a nivel mundial? ¿Serán las carreras que en la actualidad tienen las notas de corte más altas las que proporcionen los mejores empleos y salarios? Nadie lo sabe, ni siquiera ChatGPT

En tiempos disruptivos, Europa propone las microcredenciales: titulaciones específicas adquiridas en poco tiempo y que se renuevan durante la vida laboral

El desafío al que se enfrentan los universitarios, desde los recién llegados a los que saldrán pronto al mercado laboral, es de los que hacen época. Durante milenios, la economía se basó en los bienes que aportaban la agricultura y la industria. Hace apenas treinta años, los alumnos que cursaron la educación superior tuvieron que aprender a buscarse la vida en otro escenario: el de la economía del conocimiento y los servicios en línea que trajo Internet. Los expertos señalan que el paradigma vuelve a cambiar y no hay chuletas que valgan. La IA y la digitalización están alumbrando una realidad nueva. ¿Pero cómo es y cómo va a evolucionar?

Lección 1. La economía de las relaciones

Aneesh Raman, vicepresidente de la red social LinkedIn, y Maria Flynn, presidenta de la consultora Jobs for the Future, argumentan en The New York Times que acabamos de entrar en la economía de las relaciones. «Las habilidades interpersonales, tradicionalmente subestimadas, adquieren ahora mayor relevancia frente al avance de la inteligencia artificial. Si bien las habilidades técnicas han sido cruciales en el pasado, la IA está demostrando ser capaz de replicar muchas de estas capacidades. Este cambio de modelo nos obliga a reconsiderar cómo educamos a nuestra fuerza laboral. La importancia que hemos otorgado a conocimientos como la programación y el análisis de datos podría necesitar reevaluarse, ya que la IA generativa está demostrando ser competente en estas áreas», advierten. «Seguirá habiendo ingenieros en el futuro, pero lo más probable es que pasen menos tiempo programando y más en tareas como la colaboración y la comunicación. Y surgirán nuevas categorías de trabajos cada vez más anclados en lo que se han venido a llamar 'habilidades blandas'», concluyen.

Lección 2. La fuerza de las habilidades blandas

Las habilidades blandas no son nuevas: empatía, pensamiento crítico, negociación y resolución de problemas han permitido que la humanidad progrese a lo largo de la historia. Son, en definitiva, genuinamente humanas. También lo eran algunas habilidades duras, como la escritura, la traducción o la programación, pero la IA se las ha apropiado. ¿O más bien se las hemos 'regalado'? Depende de a quién se le pregunte. En el ámbito universitario, casi el 80 por ciento de los alumnos ya es un avezado usuario de ChatGPT (OpenAI), Gemini (Google) y Claude (Anthropic), las tres plataformas que hoy lideran el mercado. Lo que iba a ser una hecatombe de cortapegas y plagios no está siendo tan catastrófico, a la postre: la IA hace muy buenos resúmenes y traducciones, es excelente para tomar notas de audio y transcribirlas… Libera un tiempo precioso, pero el problema de sus alucinaciones y meteduras de pata está lejos de resolverse.

Lección 3. El arte de manejar los ‘prompts’

La gran paradoja es que el uso generalizado de la inteligencia artificial sirve para entrenarla. Y esa optimización, a la larga, puede condenar al paro a los que ahora se benefician de ella. Sin embargo, hay analistas que también señalan un proceso inverso: la IA, a su vez, también nos adiestra. ¿Lo comido por lo servido? Veamos un ejemplo: la habilidad más eficaz para trabajar con estas máquinas es saber cómo preguntarles, lo que los anglosajones llaman 'prompts', esto es, la capacidad de formular instrucciones y cuestiones de manera clara que den lugar a respuestas de calidad.

Las habilidades técnicas han sido cruciales en el pasado. Ahora las interpersonales, antes subestimadas, adquieren una enorme relevancia

Pero esa habilidad es la misma que utilizamos en las interacciones humanas. Es decir, mejora nuestra disposición para el trabajo en equipo.

Lección 4. Ojo al índice de rutinización

Aquellos que quieran comprobar hasta qué punto su carrera es vulnerable a la automatización pueden echarle un ojo a la investigación sobre la demanda de educación superior ante el cambio tecnológico y la inteligencia artificial recién publicada por la Fundación de Estudios Económicos (Fedea). Es muy revelador el índice de rutinización (RTI), que mide el riesgo de que una ocupación sea reemplazada por la tecnología debido a sus tareas rutinarias. Las carreras más amenazadas son Historia; Información y Documentación; Ciencias del Mar; Lenguas Modernas y Aplicadas; Criminología; Humanidades; Nutrición Humana y Dietética; Bellas Artes; Ciencias del Trabajo; Geografía; Ingeniería, Horticultura y Jardinería; Náutica y Transporte Marítimo; Historia del Arte; Finanzas y Contabilidad; Gestión y Administración Pública; y Turismo.

Esto no quiere decir, sin embargo, que vayan a desaparecer, pero deberán adaptarse para ser más resilientes. Pero eso es algo que incluso se recomienda también a las que están en primera línea de la vanguardia tecnológica, como las diversas ingenierías, Matemáticas, Arquitectura, Física…

Lección 5. Evitar la sobrecualificación

¿Sigue valiendo la pena el coste y el esfuerzo de obtener un título universitario? The Economist se hizo esta (sorprendente) pregunta tras comprobar que las tasas de matrícula han aumentado, mientras que los salarios de los graduados no han seguido el mismo ritmo. Y la respuesta fue 'sí', con matices… «Obtener un título es una inversión arriesgada, con grandes recompensas para los mejores, pero con resultados inciertos para muchos. La elección de la carrera influye en el potencial de ingresos (Ingeniería e Informática, alto; Artes y Humanidades, bajo). Y tardar más en graduarse reduce los beneficios. La elección de la institución importa menos que los estudios elegidos, salvo excepciones de universidades muy prestigiosas (norteamericanas y británicas, sobre todo).

Alexandre SotelinoEl profesor

«Ser críticos con la información, saber seleccionar, será una de las destrezas más valoradas»

«La mayoría de las titulaciones tendrá que reinventarse para sobrevivir a la inteligencia artificial, pero no desaparecerá», pronostica Alexandre Sotelino (Ourense, 1986), uno de los mejores profesores de España. Sotelino enseña Pedagogía en la Universidad de Santiago. Ganó el Premio Educa Abanca, considerado el Goya de la educación, al mejor docente universitario en 2021 y ha sido finalista tres veces.

XLSemanal. ¿Cómo está influyendo la inteligencia artificial en las carreras?

Alexandre Sotelino. La mayoría de las titulaciones tendrá que reinventarse, pero no desaparecerá. Las ingenierías y las carreras técnicas seguirán, desde luego, con una alta demanda. Pero también las humanidades que se quedaron descolgadas. Para que la IA sea ética harán falta filósofos. Para adaptarla a la enseñanza, pedagogos y psicólogos. Para... Leer más

El riesgo financiero tampoco es el mismo en Gran Bretaña o Estados Unidos, donde los créditos de un curso académico pueden multiplicar hasta por diez los de la universidad pública española. España es, además, una rara avis en Europa. El 50 por ciento de la población menor de 55 años tiene educación superior, toda una hazaña lograda en los últimos treinta años que hace que lidere los rankings europeos. Por desgracia, también capitanea otra triste estadística: la de la sobrecualificación. El 36 por ciento de los trabajadores ocupa un puesto inferior a su nivel de estudios. «Los empleadores valoran más las habilidades con las que tú sabes poner en marcha lo que haces que el diploma. La 'titulitis' también se está extinguiendo. El título es importante, pero demostrar que sé hacer lo que me piden es lo decisivo. Ya se está replanteando, desde el propio ministerio, el actual modelo de grados, másteres y doctorados», explica Alexandre Sotelino, investigador y pedagogo de la Universidad de Santiago.

Lección 6. Las microcredenciales

¿Cuál es la solución? «Todavía no está claro. Las microcredenciales son una opción que propone Europa. Son certificaciones académicas o profesionales que validan conocimientos específicos adquiridos en un corto periodo de tiempo y que se van renovando de manera flexible a lo largo de la vida laboral», añade Sotelino. Se trata, en resumidas cuentas, de acreditar y valorar esas habilidades blandas de las que tanto se habla. «Ya hay universidades que están adoptando las microcredenciales de manera experimental, pero no existe unanimidad. Es un melón que está por abrir», concluye.

La economista Minouche Shafik, que es la primera mujer en presidir la Universidad de Columbia, resume así el panorama: «En el pasado, los trabajos se basaban en el músculo; ahora, en el cerebro; pero en el futuro mandará el corazón». Esto es, las habilidades emocionales. Una asignatura que, por el momento, la IA suspende.