PASO A PASO
1. De la base: se trituran bien las galletas, que debemos convertir en una arena bien fina. Podemos hacerlo dentro de una bolsa de plástico alimentario, golpeándolas con un rodillo de pastelería o con la base de un cazo o una sartén, o con ayuda de las hélices del vaso de una trituradora eléctrica. Se reúnen las migas en un bol y se añaden la mantequilla, la crema de cacao y las avellanas hasta obtener una masa húmeda y arenosa.
2. Se coloca la masa en la base de un molde de tartas de 23 cm, apretando con las manos hasta dejar la base bien lisa y repartida por toda la superficie del molde. Se enfría en la nevera un par de horas para que coja forma y endurezca. Es mejor dejarla reposar cubierta con un papel film alimentario para que no coja olores extraños.
3. Del relleno: se bate el azúcar con el mascarpone, ayudándonos con unas varillas o en el bol de una batidora eléctrica. Se añade entonces la crema de cacao y se remueve bien hasta conseguir una mezcla cremosa y de color uniforme. Se esparce la mezcla por todo el interior del molde, sobre la base de galletas, con la ayuda de una espátula de pastelería o con el dorso de una cuchara, intentando que la mezcla quede bien repartida.
4. Espolvoreamos entonces las avellanas por toda la superficie. Por último dejamos reposar la tarta en la nevera un mínimo de cuatro horas, bien cubierta con un papel film.
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Para empezar con la receta de tarta de crema de cacao, se trituran las galletas, que debemos convertir en una arena bien fina, y se añaden la mantequilla y la crema de cacao.
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Se coloca la masa sobre la base de un molde de tarta de 23 cm, apretándola hasta dejar la base bien lisa.
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Se añade la crema de cacao al azúcar con el mascarpone y se mezcla hasta que quede uniforme.
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Se espolvorean las avellanas picadas sobre la crema con la que hemos cubierto en la nevera.
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¡Y listo! Ya tenemos terminada nuestra receta de tarta de crema de cacao.
Truco
Es aconsejable sacar la tarta del frío al menos media hora antes de comerla para que atempere y no quede demasiado fría. Para cortarla, empleemos un cuchillo cuyo filo pasaremos por agua caliente, para que el tajo sea limpio y preciso.
El vino
Santiago Ruiz 2016. Llega la nueva añada, en su óptimo momento de consumo, de un vino emblemático de la D. O. Rías Baixas, elaborado con los cinco varietales autóctonos. albariño (74 por ciento), loureiro, treixadura, caiño blanco y godello. Intenso y fresco en nariz, en boca es complejo, goloso y cítrico. Ideal con marisco y pescado. También como aperitivo (13 euros). J. L. Recio