Verdades y mentiras de un sanguinario inmortal
Verdades y mentiras de un sanguinario inmortal
Surgió de entre las sombras de una pesadilla, en una noche de sueño pesado por culpa de una cena demasiado copiosa. Primero fue una imagen inquietante; luego, una idea vaga que tomó cuerpo sobre un papel: «Una de las jóvenes intenta besarlo, no en los labios, sino sobre la garganta. El viejo conde se interpone. Ira y furor diabólico: 'Este hombre me pertenece, lo quiero para mí'». La idea inicial creció en noches insomnes, hasta convertirse en una novela, en la mejor historia de vampiros de todos los tiempos. Su autor, la víctima de aquel banquete de marisco en mal estado, fue Bram Stoker. La fecha, 1897.