Los 10 ganadores de 'La isla de la mujer dormida' firmado
Los 10 ganadores de 'La isla de la mujer dormida' firmado
Martes, 12 de Noviembre 2024
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«La fotografía histórica que más me ha impresionado es la correspondiente al momento de la Primera Guerra Mundial en el que ambos bandos se pusieron a jugar al fútbol el día de Navidad. Me parece impresionante cómo pudieron aparcar sus diferencias por un día, no solo olvidando que estaban jugando con quien les pudo haber matado el día anterior, sino también obviando el hecho de que lo estaban haciendo con quien les podría asesinar mañana. Además, este suceso está vinculado a algo que pasó en mi vida hace un par de años. Estaba pasándolo francamente mal por un desengaño amoroso. Hubo una noche en la que me encontré con esa persona y estuvimos juntos durante horas como si nada hubiese pasado. Fue una noche en la que hubo un acuerdo mutuo en el que no hicieron falta las palabras, al igual que pasó con los beligerantes. Sin embargo, ese espejismo no fue más que cosa de una noche». |Íñigo Fernández
«En la fotografía no se aprecia cuál es el destino de la barcaza. Al fondo de la escena, sólo se vislumbra una imagen borrosa —¿otra barcaza?— y se recorta en la lejanía el perfil de una ligera elevación. Apenas dos hombres asoman por la borda de la nave, buscando tal vez un punto de referencia en el horizonte. El resto permanece tenso y expectante.No vemos tampoco ningún rostro, sólo se vislumbra ligeramente el perfil de uno de ellos.Que no veamos sus rostros no significa que no imaginemos los pensamientos que cruzan por sus mentes.No saben con certeza dónde acabará su viaje, pero sí saben (ellos y nosotros) que no serán bienvenidos.Es el día 6 de junio de 1944, empieza el principio del final de una locura que ya dura 5 años.Hoy otras barcazas llegan a otras costas y, como en la de la imagen, sus viajeros tampoco saben cuál es su destino ni qué será de ellos.Sí saben que no serán bienvenidos». | José Lorenzo Béjar López
«Es una de las fotografías más impresionantes de la historia. Marcó el final de la guerra más destructiva que había conocido la humanidad y el nacimiento de un nuevo mundo. Fue retocada para ocultar la rapiña de los soldados del ejército rojo en la invasión de la Alemania Nazi. Se modificó porque uno de los soldados que aparecen en la imagen llevaba más de un reloj en el brazo y los soviéticos lo quisieron ocultar sabiendo que la fotografía sería un icono mundial». |Fran Muñoz | Foto: Yevgeny Khaldei
«Esta foto, tomada en un hospital provisional del ejército japonés de una víctima más de Hiroshima, me llega al alma. Los rayos térmicos emitidos por la explosión quemaron el kimono de esta mujer y quedaron grabados sobre su espalda... A mí, que soy enfermera y entiendo lo horroroso de las quemaduras, esta foto se me quedó grabada en el corazón». |Pilar Pozo Ruiz | Foto: Gonichi Kimura (Hiroshima Memorial Museum)
«La foto histórica que más nostálgico me pone es esta de la emigración gallega en la que se ve a un padre y a su hijo llorando en el puerto justo antes de coger el barco que los separará. Uno se queda aquí y el otro se marcha a América. Además, en estos tiempos es algo que se ha vuelto a poner de actualidad por la crisis migratoria de África». |Rubén Casal | Foto: Manuel Ferrol
«Una de las fotografías que más me impactan es Mushroom Cloud Over Nagasaki, de 1945. Esta imagen, con su nube humeante que se alza tras la explosión, encapsula no sólo un momento de devastación, sino también el profundo costo de la innovación humana. Al ver esa fotografía no puedo evitar pensar en el auge de la inteligencia artificial. Estamos en un momento en el que, al igual que en la década de 1940, el avance tecnológico plantea grandes oportunidades, pero también riesgos significativos. La IA tiene el potencial de transformar nuestras vidas de maneras inimaginables, desde mejorar la medicina hasta facilitar la comunicación. Sin embargo, también plantea preguntas éticas sobre el poder y el control, y sobre cómo podemos asegurarnos de que estos avances no se conviertan en herramientas de destrucción, como lo fue la bomba atómica. La historia nos enseña que la tecnología puede ser un arma de doble filo. En un mundo donde la IA se vuelve cada vez más omnipresente, debemos comprometernos a usarla con ética y humanidad, buscando siempre el bienestar colectivo». | Nicolás Ortigosa Ramón
«Elijo esta foto, que, aunque se haya dicho mil veces y en mil partes distintas que es el salto hacia la libertad, no hay frase que mejor la defina. La elijo por la valentía de ese soldado que, ignorando el peligro que lo rodea y a plena luz del día, no se piensa dos veces ir en busca de lo que quiere; la elijo por el oportunismo de ese fotógrafo y su rapidez de reflejos; porque es un ejemplo de que a veces, cuando se quiere algo, ese algo es posible, y porque llevo en silla de ruedas más de la mitad de mi vida y, cuando veo esa fotografía, se me llenan los ojos de lágrimas, y digo: '¡Bravo! ¡Bravo por ti que puedes y lo haces!'. Cuando miro a ese soldado, yo también salto con él». | Estrella Sánchez | Foto: Peter Leibing
«El Hombre del Tanque, foto del 5 de julio de 1989, se tomó ante las protestas de la Plaza de Tiananmen en Pekín. Se ve a un hombre, de pie, haciendo frente él solo a una fila de tanques. Es un hombre común, no armado, con unas bolsas en la mano bloqueando el paso de los tanques. Se puede considerar un icono de la resistencia pacífica ante la represión del gobierno comunista. Es un símbolo del coraje y del hartazgo frente al poder militar del gobierno tirano chino. Ese hombre representa a través de su valentía a todo un pueblo». | Juan Carlos García Saeta | Foto: Charlie Cole
«Esta foto es sobradamente conocida: La niña afgana, de Steve McCurry, tomada en 1984. Muestra el rostro de una joven refugiada con ojos intensos y llenos de historia. Captura no sólo su belleza, sino también el sufrimiento y la resiliencia de las personas afectadas por la guerra. La fotografía se ha convertido en un símbolo de la crisis de los refugiados y nos recuerda la importancia de la empatía y la conexión humana, más allá de las fronteras y las circunstancias. Steve McCurry consiguió mucho más que una simple fotografía; es una ventana al alma. Capturada en un campo de refugiados en Pakistán, la mirada de la joven, intensa y vulnerable, narra la experiencia de millones de personas que han sido desplazados por la guerra. Esa niña, Sharbat Gula, representaba la lucha de su pueblo y, a la vez, la esperanza de un futuro mejor. La fotografía nos recuerda que, detrás de cada crisis, hay vidas humanas con sueños y anhelos. Cada vez que observo esta imagen, siento un llamado a la empatía: la invitación a mirar más allá de la superficie y comprender las historias que hay detrás de cada rostro. La conexión emocional que me genera es bastante grande. La niña afgana nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, la humanidad persiste, buscando la luz». | Alfredo Mateo Lasheras | Foto: Steve McCurry / Magnum Photos (Contacto Photo)
«Tenía yo 19 años y un examen de Derecho Político a los dos días de tomarse esta imagen. Apenas un mes antes, Adolfo Suárez había dimitido. El hombre que nos había liderado desde la muerte de Franco hasta la monarquía parlamentaria explicaba con una honradez que dolía que no se iba por cansancio ni por falta de eso que hoy llaman resiliencia. Él se apartaba del cargo porque el precio que el pueblo estaba abocado a pagar por su permanencia era demasiado alto. Se iba como llegó: en defensa de la democracia, para que no fuese una vez más un paréntesis en la Historia de España. La foto muestra el momento en el que Adolfo Suárez se levanta y se encara con los golpistas del 23F. En pie, Adolfo Suárez representa al Estado y a la democracia. Y demuestra esa bondad instintiva, la bonhomía que a todo líder debería exigirse y presuponérsele. Cuando vi a Suárez de pie, y luego en su escaño, erguido y sereno, supe que el golpe había perdido, que la democracia había ganado. Y que el 25F el examen de Derecho Político I no iba a suspenderse, aunque ninguna pregunta versara sobre esas horas de angustia nacional. Nunca he dejado de admirar a Adolfo Suárez, al hombre, al líder y al símbolo. Que su valor lo reconozcan los que han de recoger su testigo. Y nuestro testimonio». | Teresa Rivera Iglesias | Foto: Manuel Hernández de León/EFE