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Los secretos de belleza de una estrella canina: así es el backstage de un concurso de perros

Pedigrí y postureo

Los secretos de belleza de una estrella canina: así es el backstage de un concurso de perros

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Convertirse en el mejor perro de Estados Unidos es una carrera de resistencia a larga distancia. Los dueños de las mascotas que compiten en el concurso anual Westminster Kennel Club Dog Show, los Oscar caninos, pueden llegar a gastarse 700.000 euros para llegar a la final. Los nervios están justificados. Nos colamos detrás del escenario.

Martes, 25 de Junio 2024, 11:08h

Tiempo de lectura: 4 min

El peinado de este caniche se conoce como ’corte inglés’ y, aunque así, de entrada, pudiera darle al animal una apariencia un poco frívola, su estilo se ajusta a esta raza como anillo al dedo. En su origen, el caniche fue criado para recuperar las presas de pluma cazadas que habían caído al agua y ese recorte de pelo en la parte trasera se hacía para facilitar una natación eficaz. Mientras, los mechones más prominentes se dejaban en la zona de las articulaciones para mantenerlas calientes. Un pompón adicional en las patas traseras le da el toque diferencial de otro corte muy característico de esta raza que es el ‘peinado de león’.

¿Qué ya lo sabías? Perfecto, pues ya has dado el primer paso para pensarte si presentar a tu caniche en la próxima edición del Westminster Kennel Club Dog Show, en Nueva York, uno de los concursos más importantes del mundo donde no solo buscan una 'cara canina bonita', sino el estándar establecido para cada perro de acuerdo con su raza. Eso sí, prepara la billetera.

Según el American Kennel Club (AKC), un registro de pedigrí de perros de raza pura de Estados Unidos, los estadounidenses se gastan unos 330 millones de dólares al año en viajes y competiciones caninas. Estas exposiciones tienen el apoyo de una enorme red de clubes caninos y muchas están patrocinadas por fabricantes de alimentos para mascotas.

El concurso de Westminster es como los Juegos Olímpicos o los Oscar de los perros y atrae a una audiencia de millones de espectadores a través de los canales de televisión que lo emiten. Es la culminación de unas 150 exposiciones caninas del año anterior, una carrera que comienza en enero con concursos como la Rose City Classic, celebrada en el centro de convenciones Portland Metropolitan Exposition Center, en Oregón. Porque, como en los Oscar, también aquí se requiere haber pasado por una agotadora y costosa campaña, respaldada por victorias en otras exposiciones caninas.

Según un artículo en The New York Times, el coste de una campaña puede llegar a los 300.000 dólares al año. Se necesita un adiestrador profesional y dinero para billetes de avión y viajes por carretera a acudir a todas esas exposiciones (unas tres a la semana.) Y hay que gastar hasta 100.000 dólares anuales en anuncios en medios. Además, lleva tiempo crearse una reputación, por lo que una campaña típica dura dos o tres años.