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Un felino como atracción turística Turistas de todo el mundo viajan a conocerlo Gacek, el gato callejero de Polonia que se ha hecho viral

Es el monumento mejor valorado de la ciudad polaca de Szczecin. Un gato gordo conocido como ‘Gacek’ es el punto de referencia turística más popular según Google Maps. ¿La razón? (de su fama y de su sobrepeso): turistas de todo el mundo viajan exclusivamente para ver al gato callejero ‘fofisano’ y regalarle todo tipo de comida.

Por Raquel Peláez

Miércoles, 26 de Abril 2023, 14:03h

Tiempo de lectura: 3 min

En la ciudad polaca de Szczecin hay castillos, un parque situado en un valle idílico, un museo de arte contemporáneo… pero la estrella turística por excelencia es un gato gordo. Su nombre es Gacek, se ha hecho famoso en Internet y acapara la mayor parte de las reseñas que se escriben sobre las bondades turísticas de la ciudad. Y todo esto en medio de una guerra de gatos contra humanos, ya que Polonia incluyó el pasado año a los felinos como especie exótica invasora al considerar que perjudicaban la biodiversidad del país. Dice la Academia Polaca de Ciencias que los mininos representan una amenaza para las aves y otros animales salvajes. «Malditos humanos», pensarán los gatos, «10.000 años domesticados (o eso creen) para que ahora acaben considerándote un invasor».

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Monumento nacional. Con una puntuación de cinco estrellas en Google, el gato callejero con sobrepeso Gacek saltó a la fama en 2020 cuando la web local wszczecinie.pl emitió un vídeo que posteriormente se hizo viral en las redes sociales.

Pero Gacek ni se despeina ante tanta ingratitud humana. Él es ahora una gran celebridad. Tiene treinta y tres mil seguidores en Instagram, cinco mil reseñas y cinco estrellas en Google Maps, y sus vídeos en TikTok acumulan más de cincuenta mil likes. Y tiene, además, sobre todo, mucha comida a su disposición. Explican los vecinos del barrio que Gacek, cuyo nombre significa 'murciélago de orejas largas' en polaco, apareció por allí hace ya más de diez años y que ahora vive en una caja de madera techada frente a una tienda de la calle Kaszubska. La estrella local saltó a la fama en 2020 cuando una web de noticias presentó al felino en un vídeo que se hizo viral en redes sociales. Ahora son los vecinos los que se encargan de velar por su seguridad y han puesto un cártel en el que piden a los transeúntes que se abstengan de acariciarlo cuando esté durmiendo.

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Techo y comida. El gato Gacek recibe comida de los turistas que visitan la ciudad y cuenta con una pequeña caseta techada donde se retira cada vez que necesita un poco de intimidad.

¿Y qué pensarán de esto las autoridades polacas que tanto hincapié hicieron el pasado año en acabar con los gatos callejeros? «Daños devastadores», asegura el Instituto de Conservación de la Naturaleza de Polonia que causan los mininos. «Puesto que existe una clara evidencia científica de la influencia negativa del gato doméstico en la biodiversidad autóctona, debía catalogarse como una especie exótica invasora en nuestro país. Esta opinión está en línea con la opinión formulada por el equipo de especies exóticas invasoras como parte de las actividades de la Comisión Europea», señalan.

De momento los colegas ‘caseros’ de Gacek pueden estar tranquilos ya que la Academia ha especificado que los considera negativos para la biodiversidad, pero no una amenaza para Polonia. Y eso les salva la vida porque, al no ser un peligro directo, las leyes del país no obligarán a sus dueños a tener que solicitar permisos para tenerlos en casa ni a las autoridades a llevar a cabo medidas correctivas, como el aislamiento, control o eliminación de los felinos. De momento, lo único que tienen que hacer sus dueños es intentar que no salgan de casa durante la temporada de reproducción de ciertos mamíferos y, sobre todo, de las aves. Pero, ¿qué pasará con Gacek? ¿conseguirán sus fans que sobreviva? De momento el peligro está más en el exceso de calorías que consume cada día, pero, como toda celebridad, ya veremos lo que ocurre si no aprende a gestionar la fama.


Gacek no está solo en el sector del turismo gatuno. Un barco amarrado en el canal de Herengracht, en Amsterdam, se ha convertido en un acontecimiento turístico con cifras de unos 4500 turistas de media cada año. La historia de este hogar flotante para gatos callejeros se remonta a los años sesenta cuando Henriette van Weelde  empezó a acoger gatos callejero. Desde entonces, voluntarios locales atienden a los felinos, que pueden alcanzar el medio centenar. La fundación que se encarga de ellos es The Catboat Foundation y abren al público todas las tardes, aunque solo admiten un máximo de diez personas en su interior. Aunque la entrada es gratuita, las donaciones son bienvenidas ya que son la fuente principal de sus ingresos y dependen de ellas para mantener a los gatos.