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La muerte de Marilyn, caso abierto

¿Fue asesinada?

La muerte de Marilyn, caso abierto

El escritor James Ellroy indaga en su última novela en la relación de Marilyn Monroe con los Kennedy y en el turbio papel del detective Freddy Otash en la muerte de la actriz.

Viernes, 12 de Julio 2024, 10:19h

Tiempo de lectura: 3 min

Marilyn Monroe, Robert y John Kennedy, el sindicalista mafioso Jimmy Hoffa, opioides, barbitúricos, excitantes sexuales (y sexo, claro), oscuros garitos, tramas superpuestas, embrollos de corrupción y crímenes son los ejes de la última novela de James Ellroy, Los encantadores, que Random House va a publicar en España.

Uno de los protagonistas es un hombre que fascina al escritor: el turbio detective privado Freddy Otash, un personaje real de vida novelesca. Ellroy lo ha incluido como personaje o se ha inspirado en él en dos obras previas, Trilogía americana y Shakedown. 

El escritor conoció a Freddy Otash en vida. Y parece que el detective le contó bastantes confidencias indiscretas sobre los Kennedy. Una de ellas es que, en asuntos de alcoba, John F. Kennedy era «un hombre de dos minutos».

En sus memorias (falleció en 1992) el detective contó que espió a Marilyn y a los Kennedy por orden del millonario Howard Hughes. Hizo también inquietantes confesiones como  que llegó al cadáver de la actriz antes que la Policía. «Oí morir a Marilyn», afirmó, y contó que tenía registrada una fuerte discusión de ella con Robert Kennedy la noche antes de la muerte de la intérprete.

También aseguró haber grabado a Marilyn y al presidente John F. Kennedy en plena actividad sexual. Las cintas no se han encontrado. Se cree que su abogado se las llevó poco después del fallecimiento del detective. El mismo Freddy Otash aseguró haber 'limpiado' la casa de Marilyn con su cadáver todavía caliente.

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Espiando a Marilyn.El detective Freddy Otash había sembrado la casa de Marilyn de micrófonos y aseguraba tener grabaciones de la actriz y John F. Kennedy en plena actividad sexual.

Lo había enviado Peter Lawford (cuñado de los Kennedy) para borrar huellas  comprometedoras. La actriz falleció el 5 de agosto de 1962 y todavía hay quienes aseguran que fue asesinada.

La causa de la muerte fue una ingesta masiva de Nembutal, un medicamento prescrito para combatir trastornos del sueño. Suicidio fue la tesis predomiante durante años.

Pero hay distintas teorías sobre su fallecimiento. Son muchos los que no creen que se suicidara: tenía 36 años y varios proyectos en marcha; estaba rodando la película Something's Got to Give, dirigida por George Cukor; quería montar una productora con Marlon Brando, pensaba viajar a Nueva York...

Veinte años después de su muerte, en 1982, la Oficina del Fiscal de Distrito del condado de Los Ángeles reabrió el caso. Se barajó la idea de que la actriz había muerto debido a una sobredosis accidental al haber ingerido una dosis del mediamento superior a la que le habría prescrito el médico.

Según el detective Freddy Otash, que espió a la pareja, en asuntos de alcoba, John F. Kennedy era «un hombre de dos minutos»

Y está la teoría defendida por Anthony Summers, autor de la biografía de la actriz  Godess: The Secret Lives of Marilyn Monroe. Summers sostiene que murio a última hora del día 4 de agosto y no durante la madrugada del 5, como asegura la versión oficial. También dice que falleció en la ambulancia que la llevaba al hospital y luego depositaron el cadáver en su cama.

Summers es uno de los que ha implicado a los Kennedy con más convicción en la desaparición de la actriz: los políticos habrían actuado para que la chica no desvelara intimidades y secretos comprometedores de la familia.

La muerte de Marilyn sigue despertando interés. El de James Ellroy es solo uno de los muchos libros que le han dedicado. También han escrito sobre ella  Joyce Carol Oates y Norman Mailler. Y protagoniza cientos de biografías: más de 700 sólo en inglés. Es un personaje fascinante e inagotable.

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