Desayuno de domingo con... Verónica Echegui: «Somos nosotros quienes estamos aceptando que otros rijan nuestras vidas»

XLSemanal. La película plantea los beneficios de dejar la Justicia en manos de la inteligencia artificial. En menudo lío se ha metido su señoría [risas].

Verónica Echegui. ¡Amén!, aunque la expresión es más de curas... El tema es inquietante porque nosotros somos inquietantes. El problema no me parece que sea la IA, sino los que la hemos creado, porque la IA está en manos de quien la maneja.

XL. Las sentencias judiciales las dictaría un programa. La independencia y la objetividad del poder judicial llevada hasta sus últimas consecuencias: la IA agilizaría la Justicia, sería más económica, más rápida, más objetiva… ¿más justa?

V.E. Se sustituiría a los jueces por una IA, pero la Justicia es lenta no porque el sistema humano sea malo, sino por una tremenda falta de recursos. Otra cosa es que no convenga que funcione con más rapidez. Ese es el tema: esto nunca va a funcionar porque no se destina el dinero necesario para que nuestro sistema judicial sea operativo.

XL. El progreso nos da miedo porque está en manos de quien lo puede manipular. Modifican un algoritmo y me condenan a cadena perpetua [risas].

V.E. ¡Exacto! Donde hay poder hay corrupción, y no se puede dejar la Justicia en manos de esas industrias que controlan la IA y operan por detrás. ¡Qué triste renunciar al progreso porque el ser humano prefiere ser corrupto, malvado y cruel!

XL. ¿Somos ya como marionetas a las que cualquiera puede mover por sus hilos?

V.E. Es que es así. La película pretende hacer reflexionar sobre los peligros de aquello que estamos creando. Somos nosotros quienes estamos aceptando que otros rijan nuestras vidas.

XL. ¿Su coche tiene piloto automático?

V.E. No, gracias [ríe].

XL. Es que escalofría pensar que, como en la película, un asesino desde su móvil controle nuestro coche y lo estrelle. Podrán matarnos sin levantarse del sofá.

V.E. Llevamos ya mucho cediendo nuestros derechos y dándoles el poder de que hagan con nuestras vidas lo que quieran. Estamos a tiempo de frenar todo esto y recordar que podemos elegir en quién o en qué nos queremos convertir. Todavía podemos no usar determinados chats ni comprar coches inteligentes ni asistentes virtuales…

XL. Difícil ser ya analógicos en este mundo.

V.E. Bueno, hace veinte años, el mundo era otro. Todo ha cambiado radicalmente, pero yo aún no me siento superada. Vivo en el campo, con otra perspectiva de las cosas, y procuro conseguir lo que necesito de otro modo.

Muy sano

«En un bol pongo granola (frutos secos, coco y avena sin gluten) con leche de arroz y sirope de arce. Y una infusión de hinojo».

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