Los empleados del hostelero que se esfumó de Foz sin pagarles: «Este tío non vai aparecer máis»
FOZ
«Acabará a pasta e quedará como cando chegou, cunha man diante e outra detrás», pronostica el personal del bar A Ribeira
27 sep 2021 . Actualizado a las 21:14 h.Pasan los días y sigue sin haber noticias sobre el hostelero que este verano regentó el bar A Ribeira, situado en la zona portuaria de Foz, y que de imprevisto desapareció a principios de mes dejando a deber los sueldos a sus tres empleados y, al parecer, diferentes deudas, entre las que estarían el alquiler del propio establecimiento. Poco a poco, los trabajadores van asimilando su situación y que salvo sorpresa mayúscula, nada cobrarán dél: «Este, en canto acabe a pasta vai quedar igual que cando chegou, cunha man diante e outra detrás», señala uno de los empleados, aludiendo a las circunstancias especiales del hostelero, Paco (como era conocido), que tras asentarse en Foz hace más de un año vivió en la indigencia, pidiendo en la calle y a las puertas de la iglesia y de un supermercado, recibiendo ayuda de Cáritas y de vecinos que mediaron para que pudiese hacer realidad su sueño, volver a trabajar en la hostelería haciéndose con el alquiler de A Ribeira.
Crece la indignación
La buena fe se vio defraudada por Paco. Entre sus empleados crece la indignación, al asegurar que hace unos días fue visto en un restaurante de Vilaframil (Ribadeo). «Saíu por unha porta lateral. Conducía un Volvo e sacáronlle fotos ó coche. Eu téñoas», señala uno de ellos. Hasta ese momento se le ubicaba en Mallorca, su tierra natal, tras irse precipitadamente de Foz dejando A Ribeira con las cámaras encendidas y las ventanas del comedor, del piso superior, abiertas: «A dona do local non pode entrar sen unha orde xudicial, porque segue estando arrendado. Así que todo segue igual», apuntan.
«Non sabemos nada. O que está claro é que este tío non vai aparecer máis», dice el cocinero de A Ribeira, que, como sus compañeros, continúa dado de alta en la empresa, pero sin cobrar ni un solo euro por el trabajo que realizó y, además, sin noticias y sin lograr contactar con su jefe.
«O que estamos facendo é buscarnos a vida», apunta. En su caso, recurriendo a los sindicatos para ver de buscar una salida y sondear la posibilidad de cobrar al menos algo de lo que le adeudan por medio del Fogasa.
Creen que cometió fraude
Para ellos se trata de un caso fragante de fraude, pero aún en el supuesto de que Francisco tuviese antecedentes por estafas, reconocen que nada pueden hacer más allá de esperar: «Aínda que o vexamos, que lle podes facer? Nada». Eso sí, confían en que al final se haga justicia y que el caso se reactive. Pero dan por hecho que «se cobramos algo será do Fogasa. Del non, acabará todo e volverá a onde estaba cando chegou a Foz».