Un mariñano «suelta» a sus gallinas en un vídeo viral que abre el debate sobre la obligación de legalizar los corrales

O VALADOURO

Andrés de Vilas

El «tiktoker» valadourense cuenta con retranca que al comprar animales para reponer otros muertos le advirtieron de que hay que regular los gallineros

24 mar 2024 . Actualizado a las 15:14 h.

Cuenta el valadourense Andrés de Vilas que al querer adquirir un par de gallinas porque dos de sus animales murieron, el vendedor le advirtió que para comprarlas tenía que legalizar su gallinero, que suele tener apenas media docena de ejemplares. Se quedó tan sorprendido que rechazó la compra hasta poder realizar el trámite y decidió tirar de retranca -la tiene como «forma de vida»- para publicar un vídeo en redes sociales. Una pieza audiovisual casera llena de humor y con la que puso en el centro de debate la norma que obliga a regular los corrales.

«Pecho a explotación. Sodes libres», dice Andrés jocosamente en el vídeo publicado en Tik Tok, abriendo la puerta a sus cuatro gallinas y cantando la célebre canción sobre la libertad que popularizó Nino Bravo. El mariñano no entiende cómo se le exige regularizar un pequeño gallinero que no le da beneficios económicos -«só que poidamos comer na miña casa uns poucos ovos que saben a ovos»-, que en cambio le supone gastos y que «non fai competencia ningunha» a las empresas del sector.

«Eu poido facer o trámite, pero hai xente maior que vai ter moitas máis dificultades», señala.

El valadourense, que en plena pandemia popularizó un vídeo para defender la vida en las aldeas y subrayar la dependencia del supermercado que tenían las poblaciones urbanas, interpreta esta medida como un nuevo quebradero de cabeza para las personas que viven en el rural, en un contexto de creciente intervención sobre actividades ganaderas o agrícolas, en tantos casos de autoconsumo.

No es el único descolocado. De hecho, la necesidad de legalizar estas instalaciones está provocando colas en las oficinas agrarias y muchas dudas sobre cuándo y cómo se ha de hacerlo.

Quien no haga el trámite puede sufrir multas de hasta 600 euros o quedarse sin la posibilidad de reponer animales, como explica este mismo martes la Voz en un reportaje.