Prisión para cuatro de los siete detenidos por el barco apresado con 1.400 kilos de cocaína en Camariñas
BOIRO
La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Corcubión dejó libres a dos de los arrestados por no haber pruebas contundentes contra ellos
25 jun 2024 . Actualizado a las 18:29 h.La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Corcubión ha decretado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de cuatro de los seis detenidos que este jueves pasaron a disposición judicial por el barco apresado con 1.400 kilos de cocaína en Camariñas, el Nuevo Furuno. Aunque a lo largo de la jornada del martes se produjeron siete arrestos en Boiro, Madrid y Portugalete, finalmente un sujeto fue puesto en libertad después de pasar por dependencias policiales.
El resto de ellos llegaron a sede judicial pasadas las diez de la mañana repartidos en un furgón y en dos coches de la Policía Nacional. Ocultos bajo capuchas o cazadoras, los encausados accedieron a los juzgados para iniciar una ronda de declaraciones que se prolongó durante más de cinco horas.
Para la jueza de Corcubión fue fundamental en su decisión el posible riesgo de fuga de las cuatro personas enviadas a prisión. Dos de los detenidos fueron puestos en libertad por no haber pruebas contundentes contra su persona, motivo por el que el Ministerio Fiscal ni siquiera solicitó medidas privativas de la libertad para ellos en primera instancia. Sin embargo, todos están investigados por un delito contra la salud pública. De los individuos que salieron libres uno sería natural de Vilalba (Lugo) y otro de fuera de Galicia.
Entre las diligencias presentadas a la jueza por los agentes de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) y de los Grupos de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco), cuerpos que lideran de la investigación, estaban las pruebas recabadas en los registros de inmuebles llevados a cabo durante el martes. En las inspecciones se produjo el decomiso de 20.000 euros en efectivo, aunque no se intervino ningún tipo de sustancia estupefaciente.
Por el momento, al menos cuatro de las seis personas que han sido enviadas a prisión desde el inicio de las actuaciones serían naturales de Boiro, localidad en la que se centra la investigación al considerarse que parte de la trama de Camariñas fue urdida por una organización con importantes ramificaciones en el municipio.
Desde el mes de agosto
El caso salió a la luz a la seis de la tarde del 9 de agosto del 2023. Agentes de la Policía Nacional y del Servicio de Vigilancia Aduanera irrumpieron en el Nuevo Furuno, un pequeño palangrero de doce metros de eslora con base en el puerto de Camelle que albergaba en su bodega 1.340 kilos de cocaína, repartidos en 45 fardos.
La primera fase de la operación se completó con el arresto del único ocupante del pesquero, Brais Mariño Romero, de 27 años, que descansaba en el puente de mando cuando los agentes asaltaron la embarcación.
Estaba recostado, con la cabeza apoyada sobre una mochila que ocultaba dos teléfonos vía satélite y un GPS. Este joven de Boiro se encuentra en prisión provisional, comunicada y sin fianza en relación con esta operación.
El supuesto patrón del Nuevo Furuno, Luis Alfredo Yáñez, de 32 años logró darse a la fuga, pero fue arrestado a comienzos de diciembre, y al igual que Brais Mariño, fue enviado a prisión, investigado por narcotráfico.
Fraguada en marzo
Esta operación policial comenzó a fraguarse en marzo del 2023 y participaron unas quince personas, todas ellas vinculadas directa o indirectamente al narcotráfico y al furtivismo, residentes todas ellas en Camariñas. Serían las responsables de coordinar la logística, la descarga y el transporte de la mercancía una vez que el pesquero atracara en el pequeño puerto de Santa Mariña de Camelle.
También serían las encargadas de facilitar y dar acomodo a la tripulación del Nuevo Furuno mientras se coordinaba el operativo. Todo apunta a que los fardos se descargaron en el pesquero desde un buque nodriza en el Corredor Marítimo de Fisterra, a 19 millas de la Costa da Morte.
Tres semanas antes de la intervención policial hubo un constante trasiego de sospechosos entre Arou y Santa Mariña. Controlaban las matrículas de los vehículos que entraban y salían de estas dos pequeñas localidades costeras de Camariñas. También realizaban labores de vigilancia, sobre todo nocturnas, desde el propio litoral y los montes próximos, y alertaban a sus superiores si notaban algo raro en el ambiente. Estas quince personas estarían en el eslabón más bajo de la cadena.
La logística de esta operación recaía, supuestamente, en un hombre con antecedentes por narcotráfico. De hecho, La Voz fue testigo de cómo, seis horas después de la intervención del pesquero por parte de la Policía Nacional esta persona se desgañitaba por teléfono con su interlocutor. Eso sí, al observar la presencia de un vehículo que le resultaba sospechoso, apagaba el móvil y se quedaba como si la cosa no fuera con él.
Posibles vinculaciones
Aunque las fuerzas de seguridad no pudieron acreditar su implicación en el decomiso de estos 1.340 kilos de cocaína, quienes lo conocen lo vinculan con la mediación en la compraventa del Nuevo Furuno en favor, supuestamente, de Luis Alfredo Yáñez por unos 60.000 euros.
No sería el único intermediario en este amplio y frustrado operativo. En Camariñas también sospechan de otro individuo, que carece de antecedentes, pero del que aseguran que jugaba un papel clave en la logística. Algunos testigos sí confirmaron que allegados de esta persona se vieron salpicadas en el decomiso de cuatro toneladas de hachís en el 2009.
También hubo mediación para que se alquilara una vivienda a Brais Mariño y Luis Alfredo Yáñez en el lugar de Brañas Verdes, en las proximidades de donde fue intervenido el pesquero. Incluso el Nuevo Furuno fue paseado por la costa camariñana durante la celebración del Día do Carme de Camelle y varios testigos aseguraron entonces haber visto a estos dos vecinos de Boiro a los mandos del pesquero.
En cuanto al operativo policial, el siguiente capítulo tuvo lugar el martes cuando la Policía Nacional detuvo a siete personas en Boiro, Madrid y Portugalete por su presunta implicación en el caso de los 1.400 kilos de cocaína en Camariñas. Ahora, con cuatro de ellos en prisión, la investigación continúa abierta bajo secreto de sumario con el objetivo de proteger las actuaciones.