Radiografía de la noche de A Coruña: dónde salir según la edad que tengas

VIVIR A CORUÑA

Jóvenes haciendo cola delante del Playa Club
Jóvenes haciendo cola delante del Playa Club CESAR QUIAN

Los «boomers» tienen cada vez más opciones y, los que empiezan a coquetear con el ocio nocturno, pueden elegir entre grandes discotecas o un ambiente nocturno más tranquilo

16 feb 2023 . Actualizado a las 21:54 h.

No hay nada que le produzca más urticaria a un pipiolo que acabar por error en un «bar de viejos». Pero tampoco suele gustar a los más mayores lidiar con chavalada escuchando Quevedo y bebiendo garrafón. Aunque el machacón «ya no se sale como antes» suele repicar entre quienes peinan canas, lo cierto es que A Coruña tiene un local para cada tipo de edad. De hecho, aquí no se puede decir que tienen más marcha los veinteañeros que los que rozan los 60, pues en esta ciudad casi tienen más opciones los boomers que la generación Z.

¿Por dónde salen las nuevas generaciones en A Coruña?

Los que ahora ya van cosechando años tenían El Bosque, en Cecebre, y LP 45, en Ordes, como sus discotecas madre. El sitio donde disfrutaron de sus primeras noches de juerga o celebraron esas cenas en las que decían adiós al instituto. Por fortuna, sobre todo para los que se mareaban en ese bus que se cogía en El Corte Inglés, el ocio nocturno se trasladó desde hace años a lo que un día quiso ser un centro comercial más de la ciudad, con cines, tiendas y zona de restauración. 

Hoy en día los cines siguen existiendo, pero el gran éxito de Los Cantones Village es su oferta de ocio nocturno, una de las más importantes de la ciudad y la preferida por los más jóvenes. El espacio diseñado por César Portela y Ricardo Bofill, también autores del Palexco, cuenta ahora con la Sala Pelícano, Inn Club, Dux, Brit, My o Amura. Inn Club, por ejemplo, se ha posicionado como un referente de la música indie, con sustanciosos seguidores dentro de la generación millennial.

Pelícano, centro neurálgico del ocio de los más jóvenes
Pelícano, centro neurálgico del ocio de los más jóvenes Eduardo Pérez

Los Cantones Village es también el sitio preferido para los amantes de las grandes discotecas o de las sesiones de música electrónica con independencia de la edad. Y, también, de los aficionados a la música en directo, con opciones para todos los gustos, como es el concierto de Ana Mena que tendrá lugar el próximo 15 de abril en la Sala Pelícano. O, antes, el 4 de marzo; tocarán Brothers in band, grupo tributo a Dire Straits, mítica banda de rock británica. El Playa Club sigue sin faltar entre las alternativas favoritas de los más jóvenes.

La generación millennial siguen por el Orzán, pero no el de toda la vida

Esos que iban a El Bosque y a LP45, luego se animaron con el Orzán. Para la generación millennial, la noche pasaba por locales míticos del ocio nocturno como Grietax, Lautrec, Aqua, Tándem, Niza, Studio 54, Copyright, Cazuza...Una larga lista de pubs que se amontonaban entre las calles Socorro y Sol y el pasadizo del Orzán. Esta vía sigue teniendo público, con referencias claras como el Garibaldi o el mencionado Studio 54. Sin embargo, los treintañeros y los de treintaytodos se acercan peligrosamente hacia la plaza Fuente Luisa, con locales Siglo o el Vermouth. Y, sobre todo, al otro Orzán que está de moda.

Las calles entre la plaza Pontevedra y la Iglesia Castrense de San Andrés se han convertido en la nueva zona de ocio de moda de la ciudad, con propuestas hosteleras para todos los gustos y, también, para todas las edades más allá de su núcleo duro de millennnials. Así, los nuevos locales de moda son La Maleta (Orzán, 170), Mar Salada (Travesía Cormelana, 6), Twinfin (Perillana,12), dPicos Pardos (Perillana, 3), La Sastrería (Perillana, 10), El Dorado (Cormelana, 10), Tracio (Orzán,139), 13 (Orzán, 115), Aquí Mismo (Vista, 26), El Gurugú (Vista, 22) o La Urbana, el culpable de que la zona se pusiera de moda. 

En este nuevo Orzán también es obligado mencionar al Búnker, uno de los pubs de referencia para el público LGTBIQ+. Un espacio abierto a todas las edades, como el resto de locales queer de la ciudad, como son La Cúpula (Marina, 32), Tre Parole (Real, 63), el BackStage  (Estacada, 4) o Puticlú (Justicia, 18). 

En este apartado también hay que mencionar a la Ciudad Vieja, pero es una zona más heterogénea y que, además, están reviviendo con nuevos locales, que se están centrando en el tardeo, una franja de edad muy apetecible tanto para los treintañeros como los cuarentañeros. Ahí está el Trend, que abrió a finales del año pasado, el Troppo (San Francisco, 4), que está especializado en antipasti y en la buena música. Además, hay locales de toda la vida como Rincón del Pirata (Damas, 20), donde se siguen tomando paletos, o el Patio (Zapatería, 3), que sigue acompañando las copas con pipas. O el Azka, en Azcárraga, con clientes desde los 25 años. 

Más diversa todavía es la zona de terrazas de la Marina, que tiene público de cualquier edad y a cualquier hora del día. Sin embargo, en el turno de noche toman las riendas los de entre 30 y 40 años en locales como Le Tavernier, Mansión 1783 o Pier. 

Y fuera del centro de la ciudad está Matogrande, una zona donde las cenas se suelen alargar con alguna copa en sitios como el Soho Café (Enrique Mariñas Romero, 32). La clientela más fiel parte de los treinta y tantos.

Juerga infinita para boomers

Los maduritos ya no tienen ganas de quedarse en casa el sábado por la noche. Basta con dar un voltio para descubrirlo. Bares y pubs de toda la vida se mezclan con un buen número de locales nacidos (o resucitados) después de la pandemia, cuando el cuerpo pidió más que nunca cubata y Juan Luis Guerra. 

Entre las nuevas incorporaciones de la oferta de ocio pisa fuerte el Cine París (Real, 8), que suele estar hasta arriba de hombres y mujeres en torno a los cuarenta años, que lo dan todo de madrugada. Antes o después, la mayoría se da un paseo hasta Rialto, en María Pita, para bailar los temas de ayer, hoy y siempre. 

En la zona del Orzán también tiene un hueco esta franja de edad, sobre todo los nostálgicos, que pueden disfrutar de los mejores temas de Raffaella Carrà, Alaska y Tino Casal en El Milagro (Cordelería, 37). Pegado se encuentra El taller, que no entiende de edades y es un hervidero de gente que no suele saber cómo ha terminado ahí. En Orzán, 31 se encuentra también Jazz Filloa, un clásico entre los clásicos para los amantes del jazz y los intelectuales de la urbe herculina. Más música en directo y copas hay en Garufa (Riazor, 5) y la sala Mardi Gras (Torre, 8), que llevan acompañando a cantidad de coruñeses a lo largo de toda su vida, y aunque muchos ahora rocen el medio siglo saben que aquí tienen un lugar de divertimento asegurado.

MARCOS MÍGUEZ

En la zona de Monte Alto, que nunca pasa de moda, Filomatic (San José, 21) cuenta entre sus fieles con gente de entre 35 y 50, según explican desde la sala, una generación que desde que resurgió Chaston (Costa Rica, 4) tiene otra alternativa para bailar hasta el amanecer. No son pocos los que toman la primera copa antes de mover caderas en El antiguo, pegado a la plaza de Vigo, con buena música y un ambiente distendido.