¿Quién está detrás de la Tahona, Farinarium y Amasarte, las panaderías de moda de A Coruña?
VIVIR A CORUÑA
La Panadería Cañás es el punto de partida de una saga de panaderos comprometidos con la artesanía, la calidad y la innovación
18 jul 2023 . Actualizado a las 00:09 h.En Galicia se trabaja muy bien la harina, pero Cea es el único municipio que tiene una Indicación Geográfica Protegida además del Pan Galego. Mientras, el éxito que tiene el pan de Carral reside en la tradición y en el buen hacer de sus profesionales. Entre ellos, la primera generación de la Panadería Cañás, hoy todavía presente pero traspasada, que ha parido un legado de empresarios/panaderos que están elevando la calidad de este producto básico. Y lo están haciendo desde A Coruña.
Dani Sánchez Cañás, cofundador de la Tahona; Ana Ferreiro Sánchez, del equipo gerente de Farinarium; e Iván Cañás Bello, fundador de Amasarte; comparten entre sí algún apellido y no por casualidad, sino porque están unidos por lazos familiares. Los tres, con el resto de tíos, primos o padres, están detrás de tres de las panaderías de moda de la ciudad de A Coruña. Un éxito que reside en su compromiso con la artesanía. «Nuestro objetivo es mantener los valores de la familia», señala Ana. «Hacemos el pan como se hacía antes», dice Daniel. «Nuestras masas fermentan más de un día», apunta Iván.
La entrevista con los tres panaderos/empresarios no se hizo conjunta. El motivo no tiene que ver con que tengan una mala relación, sino por el volumen de trabajo y la complejidad de cuadrar agendas. De hecho, Dani cuenta que su hermana forma parte de Farinarium y que Iván, su primo, estuvo trabajando con ellos en la Tahona. Lo que sí está claro es que los tres tienen harina en las venas y han mamado del negocio. «Yo me crie en esta panadería», cuenta Daniel.
El negocio del pan que sienta bien
Aunque compiten por el mismo mercado, la relación es buena porque el nicho es grande. La mayor parte de los españoles (y coruñeses) siguen comprando el pan en supermercados e hipermercados, con más del 45 % de la cuota de mercado, según el Informe del consumo alimentario en España 2021. Sin embargo, una parte importante de los consumidores está volviendo a las panaderías artesanales, con el objetivo de comprar panes que sientan mejor. «Las personas cada vez están más preocupadas por la alimentación, somos más conscientes de nuestra salud y hay que huir de las fermentaciones rápidas», explica Ana. «Conseguimos panes que se digieren mejor», sentencia Iván.
Más allá del producto, lo que también han impreso las nuevas generaciones herederas del legado de Panadería Cañás es la innovación del recetario, la apuesta por un diseño de interiores moderno y un catálogo de productos que crece más allá del pan, aunque siga siendo el baluarte.
Así, Tahona, nacida a finales de los 80, cuenta con siete establecimientos distribuidos por toda la ciudad y un amplio surtido de productos, con elaboraciones estrella como los turrones o las roscones. Farinarium, que vio la luz hace 17 años, está centrada en un interesante surtido de recetas saladas, con empanadas, empanadillas y pizzas a la cabeza. O Amasarte, inaugurada en 2021, con una sabrosa propuesta de bizcochería, que acompaña a un café 100 % arábica.
Algo tuvo que hacer bien la extinta Panadería Cañás, además de amasar harina, para que los últimos en recoger el testigo no solo hayan conseguido mantener una empresa familiar, que tiene el sambenito de caducar en la segunda generación; sino que han hecho crecer crecer el legado, sin miedo y con respeto, hacia el siglo XXI.