La capacidad competitiva y el trabajo, claves en la irrupción en la élite del atleta de Viveiro
03 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Estado de forma
Su planificación fue dirigida con gran acierto por su actual entrenador, Arturo Martín, que hizo coincidir el máximo nivel de forma de la temporada de Adrián Ben con las fechas del campeonato de Doha. Aparte de la posición de finalista, sus dos mejores registros de 800 metros los realizó en este mundial: 1m 44s 97c y 1m 45c 58c. Impecable.
Lectura adecuada de cada carrera
Su juventud, 21 años, no le ha impedido adecuarse tácticamente a los requerimientos en cada uno de los tres ochocientos en los que intervino. Mostró una veteranía impropia de su edad. En las series clasificatorias tuvo la valentía de situarse en cabeza y lanzar la prueba para asegurar una carrera rápida. En la semifinal, administró su esfuerzo colocándose atrás del grupo, consciente del ritmo endiablado del primer 400 metros. En la final, sucedió algo parecido, con el agravante de tener que gestionar, además, su fatiga muscular. Supo controlar su posición en cola a mitad de carrera, a pesar de haberse descolgado del grupo. Tuvo la sangre fría de confiar en sus posibilidades y superar a dos de los adversarios en la última recta. En ningún momento de las tres rondas, dejó encerrarse.
Capacidad competitiva
Otra de las virtudes del atleta de Viveiro es que compite muy bien. Es capaz de transformar su potencialidad en rendimiento sin dejarse nada en su interior. Lo que «vale» lo suele demostrar en cada momento. Este rasgo permite confiar en sus actuaciones. Su capacidad de superación y su deseo de romper sus límites físicos y psicológicos, frente a atletas de un nivel superior dibujan su codiciado perfil competitivo.
Planificación a largo plazo
El actual estado de forma de Adrián Ben es consecuencia también de su pasado deportivo. En ese sentido hay que poner en valor la visión que tuvieron los primeros entrenadores locales del atleta: Luis Ramallal, Pedro Esmoris y Felipe Martínez. Posteriormente el prestigioso técnico lucense Mariano Castiñeira pulió aspectos muy importantes que han definido el actual perfil del viveirense.
Grupo de entrenamiento
Una de las claves que justifica la fulgurante ascensión del mediofondista es el entorno de entrenamiento en el que se encuentra el atleta. De la mano del entrenador madrileño Arturo Martín y con compañeros tan ilustres como Fernando Carro, también finalista en Doha en los 3.000 metros obstáculos, ha conseguido adquirir la confianza suficiente y prepararse para afrontar la competición del máximo nivel internacional.
Orígenes y entorno familiar
Otra parte fundamental que justifica el actual nivel deportivo de Adrián es su familia. Sus padres, María José y Antonio, le han apoyado desde sus orígenes con gran decisión. El aliento que durante estos días ha recibido por parte de todos los vecinos de Viveiro y de toda la familia del atletismo gallego también ha sido decisivo en la actitud que ha tenido durante estos días. A todo hay que unir su talento deportivo y su trabajo un trabajo exigente, muchas horas de entrenamiento y sacrificios.