La lección de humildad de Marc Márquez: «Tuve un Porsche y lo vendí con 4.000 kilómetros porque me daba vergüenza ir con él»

DEPORTES

«En verano, con mis amigos, me lo pasaba igual de bien en Cervera o en Granada que en Ibiza. He ido una vez en mi vida a Ibiza: con una vez que te roben es suficiente», aseguró el piloto de MotoGP en una entrevista con el cantante y presentador Miki Núñez
28 feb 2025 . Actualizado a las 11:21 h.Con 32 años, Marc Márquez (Cervera, Lleida, 1993) vive este año su punto y seguido en MotoGP de la mano de Ducati. Con la icónica marca italiana busca volver a ser campeón de una categoría en la que ostenta seis títulos (2013, 2014, 2016, 2017, 2018 y 2019). A esa cifra hay que sumar los de 125 cc (2010) y Moto2 (2012) para tener un total de 8 Campeonatos del Mundo de Motociclismo. Un éxito sobre dos ruedas que al catalán parece que no se le ha subido a la cabeza. Al menos, si tenemos en cuenta su última entrevista, realizada esta misma semana antes de la disputa en apenas unos días de la primera prueba de la temporada, el Gran Premio de Tailandia. En El pódcast de final de mes, presentado por el cantante Miki Núñez y patrocinado por una entidad bancaria, el piloto ha desvelado algunos de los rasgos de su personalidad lejos de los circuitos.
La principal motivación en estas entrevistas es hablar de dinero con los invitados, ahondando especialmente en etapas en las que quizás su situación no era tan boyante como en la actualidad. «Las motos son caras, y seguramente mi familia, mi padre y mi madre, han tenido movidas financieras porque yo empecé con 4 años y aunque no era consciente, se hacían esfuerzos», contó ante los micrófonos. Una de las cosas que más recuerda es que «no teníamos vacaciones». «No entendía el porqué. De Cervera a Salou en el día, Cambrils y volver a casa», añadía. «Todo lo que ahorraban pues era para comprar una moto de segunda mano para el niño. Otras veces te decían: "no, este fin de semana no vamos a entrenar, vamos a jugar a la pelota". Y era porque claro, para entrenar había que echar gasolina, pagar el circuito...», reconoció sobre cómo su familia le ayudó a ser el motociclista de élite que es hoy. «Relacioné enseguida que no tuviéramos vacaciones con que eso lo hacían para que pudiera subirme a una moto», concluyó.
Empezó en motocrós, «más barato»
«El asfalto es más caro. La tierra es más barata. Y en mi zona ahora hay muchos circuitos pero antes no había tantos, entonces yo hacía tierra, porque tú te caes con una moto de campo y rompes una maneta. Compras una moto de segunda mano y con esa tiras. Una de asfalto, que si las ruedas; si te caes, el carenado. Era caro. Íbamos a lo barato. En mi casa nunca ha faltado de nada pero tampoco hemos ido sobrados», explicó el piloto a Núñez durante la entrevista. «Todo esto a mí y a mi hermano —por Álex Márquez, tres años menor que él y dos veces Campeón del Mundo—, por lo que era doble». Cuando con 14 años se sacó el carné de ciclomotor, al contrario que muchos de sus amigos, no tuvo una moto de calle más que la «scooter de 50 de mi madre; era eso o no tenía la otra para competir». Ahora, pasado el tiempo y viéndolo en perspectiva se considera afortunado: «He tenido mucha suerte. Poder dedicarme a mi hobby y que sea mi trabajo».
Una vida sin lujos
Aunque su nuevo equipo, Ducati, no ha desvelado su salario, en su última temporada con Honda, la anterior a la pasada, en la que tras varias lesiones recaló en Gresini, se embolsó 18 millones. Según publicó Forbes, era el piloto mejor pagado de la parrilla por aquel entonces. Sin embargo este nivel de ingresos que ha conseguido alcanzar en una dilatada trayectoria no ha cambiado a Márquez, que sigue teniendo, como suele decirse, los pies en la tierra y es consciente del valor del dinero. Considera su actual casa, valorada en 10 millones de euros en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, como una «inversión». «Sí, cuesta eso. La estoy disfrutando. Pero no lo he perdido. Está ahí».
A su perfil deportivo, Marc Márquez ha añadido en los últimos años otros negocios y, pese a todo, se considera «ahorrador». «Los coches, sin más», dijo en el pódcast. «En toda mi vida me he comprado dos coches. Un Porsche 911 Turbo S que con 4.000 kilómetros vendí. No lo usaba. Me daba vergüenza ir con ese coche. Era muy bonito pero lo cambié por un Audi RS6 que también acabo de vender», contó. Dijo no tener otros «caprichos» y considera que sus mayores gastos son las «furgonetas y motos de entreno, ahí no escatimo nada». Y aunque dice que ahora viaja más que antes, sobre todo «desde que tengo novia», tampoco lo hace en exceso. «Yo con los amigos me lo pasaba igual de bien en Cervera, en Granada, en Cádiz o en Ibiza. He ido una vez en mi vida a Ibiza: con una vez que te roben ya es suficiente», razonaba sobre unos precios en la isla que consideró abusivos.
«Tú puedes tener mucho dinero. Pero yo soy realista de lo que es el dinero. ¿Para qué ir a un sitio de postureo? Lo que he hecho mucho es que el dinero no te cambie el estilo de vida. Que esto pasa. La gente empieza a ganar dinero y cambian», sentenció finalmente para hablar del gran lujo que se permite, que es emplear en sus desplazamientos un «jet privado en los grandes premios que se celebran en Europa. Por horarios y privacidad no quedaba otra: "o hago esto o peto"».