España decide prescindir de S&P y rompe así con las tres grandes agencias de «rating»
ECONOMÍA
Rescinde el contrato con Standard & Poor's para que le ponga nota a la deuda
24 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Ni Moody’s, ni Fitch, ni ahora tampoco Standard & Poor's. Ninguna de las tres grandes agencias de calificación cobrarán de España ni un euro por evaluar su deuda. Lo harán de oficio. Esto es, seguirán otorgándole una nota, pero sin recibir dinero a cambio. Y eso porque hay «suficiente interés por parte del mercado» como para que lo hagan. Eso es lo que dijo este martes S&P, tras anunciar que De Guindos no le ha renovado el contrato.
Con Moody’s y Fitch ya hace tiempo que se rompió la relación, y también han seguido haciéndolo. Lo cierto es que no les queda otra. Para algunos países las agencias se ven forzadas a proporcionar el rating de la deuda soberana haya acuerdo o no con el Estado. Es preciso para establecer la calificación de las grandes empresas con las que sí que tienen contratos vigentes.
La decisión se produce apenas unos días después de que Fitch le devolviese a España el notable que le arrebató en el 2012, en pleno huracán financiero. El pasado viernes le subió la nota (de BBB+ a A-). Era la primera mejora desde el 2014.
A S&P le tocaba revisar la calificación del país el pasado septiembre. No la varió. Los analistas de la firma destacaron el elevado crecimiento de su economía y vaticinaron que cumpliría el objetivo de déficit. Pero dejaron la nota en BBB+, agarrándose a la tensiones políticas en Cataluña. Eso sí, con perspectiva positiva. Dejaron la puerta abierta a mejorar en el próximo examen, el 23 de marzo.
La decisión no sentó precisamente bien en Economía, que ahora ha optado por romper ataduras con la agencia. Dice el ministro De Guindos que «todas las agencias van a valorarla [la deuda]» y que «no es un tema de ahorro de costes, sino que la deuda española es tan relevante que no se necesita pagar a ninguna» firma para que realicen esta labor. En países como Francia o Alemania tampoco existen contratos de este tipo.
DRBS, una agencia canadiense mucho más pequeña, es la única con la que el Gobierno español tiene ahora contrato.