La hostelería gallega prescinde de 2.800 trabajadores a las puertas de la Navidad

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

CAPOTILLO

Los contratos en educación y comercio no evitan la destrucción de empleo

03 dic 2024 . Actualizado a las 19:26 h.

Frenazo del mercado laboral en noviembre, un mes de transición entre la finalización de la temporada turística y la campaña navideña. La economía española destruyó más de 30.000 empleos netos, a razón de mil diarios, de los que 2.255 se perdieron en Galicia, según los datos publicados ayer por la Seguridad Social.

Una estadística que evidencia que es la hostelería el sector que provocó el retroceso del mercado de trabajo, con más de 121.500 bajas netas en solo un mes, coincidiendo con el cierre masivo de hoteles en las zonas de litoral. De hecho, la ocupación cayó más de un 15,5 % en Baleares, donde se perdieron más de 93.500 empleos, por la mayor estacionalidad de su sector turístico (especialmente comparado con el de Canarias, que no solo no destruyó empleo, sino que creó otros 7.500 puestos gracias a la captación de visitantes en los meses que en otros lugares de Europa son temporada baja).

Galicia tampoco escapa de esa tendencia. La hostelería fue también el sector que más empleo destruyó en noviembre: 2.800 entre asalariados (2.617) y autónomos (los otros 183), más del doble de los que se perdieron en la Administración pública, donde se rozaron las 1.380 bajas, principalmente por la finalización de los contratos de refuerzo que se realizan (desde los centros de salud a los auxiliares de policía local) para apuntalar los servicios públicos durante la temporada alta estival, en la que algunos concellos multiplican su población.

Unos números rojos que se enjugan parcialmente por las contrataciones en el sector educativo (que sumó más de 1.200 nuevos ocupados en Galicia y casi 28.700 en el conjunto de España) y en el comercio, que desde la importación de la moda estadounidense del Black Friday anticipa varias semanas las contrataciones de refuerzo para la campaña navideña, aunque de forma desigual (casi 21.000 altas en el conjunto de España pero apenas 400 en Galicia).

Impacto de los fijos discontinuos

Si el dato de empleo de noviembre fue el peor de los últimos cinco años (hay que remontarse al 2019 para encontrar un registro peor, con 53.100 bajas en el undécimo mes del año), el paro registrado consiguió mantener la senda descendente al borrar a otras 16.036 personas de las listas del desempleo y dejar el número total de parados en 2.586.018, la menor cifra para este mes del año desde el 2007, antes del estallido de la gran crisis.

Claro que en esta dinámica tienen mucho que ver los fijos discontinuos, que en sus períodos de inactividad no computan como parados registrados, sino como demandantes de empleo ocupados, un cajón que aumentó en casi 75.600 personas el mes pasado. De acuerdo con las estimaciones de Randstad Research, el paro efectivo se estima en más de 3,2 millones, que prevé que la diferencia entre el desempleo real (incluidos los fijos discontinuos inactivos) y el registrado ronde las 730.000 personas.

En Galicia, el desempleo también cayó en noviembre, aunque con menos intensidad, al darse de baja de las oficinas del SEPE 472 personas, lo que deja el total de parados registrados en 121.742.

Pinchazo de la contratación

El frenazo del empleo tuvo su reflejo en los malos datos de contratación, que se hundió casi un 15 % respecto al mes anterior, con una caída más intensa en la contratación indefinida (del 18 %) que en la temporal (12,3 %). La CEOE aprovechó ese enfriamiento del mercado laboral para reclamar una mayor seguridad jurídica que refuerce la confianza empresarial e impulse las inversiones y la creación de empleo, mientras que los sindicatos reclamaron mejorar las condiciones laborales para incentivar el crecimiento.