La princesa Leonor: «Me debo a todos los españoles, les pido que confíen en mí»

M. Eugenia Alonso / Antonio del Rey COLPISA / EFE

ESPAÑA

La Princesa de Asturias se compromete a asumir los principios democráticos y los valores constitucionales tras jurar la Constitución

31 oct 2023 . Actualizado a las 20:12 h.

«En este día tan importante les pido que confíen en mí, como yo tengo puesta toda mi confianza en nuestro futuro, en el futuro de España». La Princesa de Asturias recibió este martes el collar de la orden de Carlos III de manos del rey Felipe VI y bajo la atenta mirada del Gobierno y las principales autoridades en un acto celebrado en el Palacio Real. Una distinción vinculada al servicio de Estado y a la monarquía parlamentaria, que agradeció al igual que la concesión de las medallas del Congreso y del Senado «que me unen, desde este día tan trascendente, a las instituciones que representan al pueblo español».

En un breve discurso, y tras haber jurado previamente la Constitución ante las Cortes, la heredera de la Corona puso en valor su compromiso «solemne y formal» con los principios democráticos y con los valores constitucionales, que asume plenamente al cumplir la mayoría de edad. «He prestado, además, juramento de fidelidad al rey. No solo a su persona, sino también a lo que la Corona simboliza y representa: la unidad y permanencia de España», aseveró.

Leonor de Borbón quiso en un día tan especial recuperar las palabras que su padre le trasladó hace cinco años cuando le impuso el Toisón de Oro y en las que Felipe VI conminó a su primogénita a guiarse «permanentemente» por la Carta Magna, «cumpliéndola y observándola» y a servir a España «con humildad» y consciente de su posición institucional. «Son palabras -aseguró este martes- que tendré muy presentes».

Felipe VI: «No estarás sola en tu camino»

Tras saludar a los invitados y antes de que diese comienzo el almuerzo, Felipe VI tomó la palabra para recordar a su hija que los principios y valores de la Constitución que ha jurado deben prevalecer en todo momento sobre cualquier otra consideración y destacó lo que la Corona simboliza: la unidad y permanencia de España. En ese camino, que emprende desde hoy, el monarca le avanzó a Leonor que «no estará sola» y que encontrará en su familia «el necesario apoyo más personal».

En su alocución, el rey recuperó las palabras que le dirigió a él, el entonces presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba, antes de que prestar su propio juramento como príncipe heredero. «Con el juramento que vais a prestar estáis simbolizando vuestro sometimiento al derecho, vuestra aceptación del sistema parlamentario representativo que nuestra Constitución establece, vuestro compromiso de servicio a las instituciones y a los ciudadanos y vuestra lealtad al rey», le dijo.

Felipe VI señaló lo «relevante» de esta jornada «llena de significado para España» y su historia. «El juramento de la Constitución de la princesa de Asturias ante las Cortes Generales -subrayó- es la solemne expresión del compromiso de quien encarna la continuidad de nuestra monarquía parlamentaria con nuestros principios democráticos y valores constitucionales».

El jefe del Estado reivindicó asimismo el «respeto a la independencia y a la separación de poderes» como «pilares esenciales de toda democracia representativa», e hizo un alegato a favor de la «unidad y permanencia de España» en plena negociación de investidura entre Pedro Sánchez y el independentismo catalán, que podría culminar en una amnistía para los encausados del procès. Recordó además a los presentes que «la libertad y la democracia no se construyen de un día para otro, sino día tras día».

Sánchez garantiza a la princesa Leonor la lealtad, el respeto y el afecto del Gobierno

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, también ha tomado la palabra para asegurarle a la Princesa Leonor que puede contar con la lealtad del Ejecutivo y considera que el juramento de la Constitución que ha hecho este martes, «da más futuro» a la Carta Magna, sobre la cual se funda la convivencia de los españoles.

«Contad, Alteza, con la lealtad, el respeto y el afecto del Gobierno», ha señalado Sánchez en el acto solemne en el Palacio Real.

«La Constitución española es una promesa que hicieron nuestros padres y nuestras madres, y hoy habéis renovado y dado más futuro a esa promesa sobre la cual se funda nuestra convivencia», ha indicado el presidente, que ha pronunciado un discurso breve al igual que hizo el entonces presidente Felipe González, en la jura de la Constitución del entonces Príncipe Felipe, en 1986.

Asimismo, ha indicado que el futuro del país «se ve enriquecido» por el papel que la heredera al trono empezará a desempeñar a partir de ahora y ha señalado que es «un honor» para el Gobierno de España otorgar la condecoración de la Orden de Carlos III.

«Desde el Gobierno extendemos nuestros votos más sinceros para una vida llena de prosperidad y de sabiduría en vuestra nueva responsabilidad como princesa heredera», ha añadido.

Leonor y las treinta palabras que le abren las puertas de la historia

Antes de la ceremonia en el Palacio Real, tan solo han sido treinta las palabras que la princesa Leonor ha tenido que pronunciar ante las Cortes Generales en la sesión solemne celebrada en el Congreso, para abrir las puertas de una historia de España aún por escribir y que por ahora tiene garantizada la continuidad monárquica.

Su juramento de la Constitución ha congregado en el hemiciclo a diputados, senadores, autoridades y otros invitados en una jornada que ha marcado un extraño paréntesis en la convulsa vida política nacional, pendiente del voto del hoy ausente independentismo para garantizar la continuidad de Pedro Sánchez en La Moncloa.

Porque si la sesión conjunta de las Cortes ha propiciado expresiones de la máxima exaltación monárquica, con casi cuatro minutos de aplausos a la heredera de la Corona tras jurar «guardar y hacer guardar la Constitución», salpicados de vivas al Rey, a España, y a la princesa, el ruido de las negociaciones de Sánchez con los no partidarios de la monarquía ha rodeado la ceremonia.

No se sabe de qué han hablado, en los prolegómenos del acto, de pie en la tribuna de invitados mientras todo el mundo esperaba la llegada de la familia real, los expresidentes Felipe González y Mariano Rajoy, acompañados después por José María Aznar y, más tarde, por José Luis Rodríguez Zapatero.

Lo cierto es que Rajoy y González han conversado, y mucho, enfocados sin piedad por los teleobjetivos de los fotógrafos.

La larga espera para una ceremonia que ha comenzado con retraso ha propiciado conversaciones cruzadas, cientos de selfies y fotos (Patxi López como fotógrafo de grupos), saludos, reencuentros, abrazos y besos en un hemiciclo rehabilitado con sillas en lugar de sillones para dar así cabida a todos.

En la tribuna de invitados, los dos padres de la Constitución Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Miquel Roca han sido testigos de lujo del bucle temporal que el artículo 61 de la Carta Magna ha cerrado desde que hace 37 años el entonces príncipe Felipe hizo su juramento que su hija Leonor, con sus mismas y exactas treinta palabras.

Han ido entrando las autoridades al gran estrado que, como en 1986 y en la proclamación de Felipe VI, ha reemplazado a la tribuna de oradores, y cuando Pedro Sánchez se ha ido a sentar ha dudado si hacerlo en uno de los cuatros sillones reservados a la familia real; un rumor ha culebreado por la sala.

Llegado el momento de la jura, la princesa ha extendido su mano derecha sobre el ejemplar de la Constitución dispuesto sobre una pequeña mesa aterciopelada. Ha leído sin elevar la voz y al acabar ha mirado a su padre haciéndole un gesto de respeto con la cabeza.

El propósito de la ceremonia se había consumado y a partir de entonces las Cortes, el segundo protagonista del acto junto a Leonor de Borbón y la Carta Magna que ha jurado respetar, tal y como ha enfatizado en su discurso previo la presidenta del Congreso, Francina Armengol, han tomado todo el protagonismo. En forma de aplausos.

En este punto todas las miradas se han dirigido hacia la princesa, que ha besado a su padre y a su madre, si bien de reojo se podía comprobar que la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, aplaudía sin fuerza, y la portavoz de su grupo, Marta Lois, con menos ganas aún, ostensiblemente, casi con tristeza o resignación.

Como la ovación crecía y los vivas se sucedían, promovidos por entusiastas parlamentarios de Vox y del PP, Lois ha optado finalmente por bajar las manos y dejar de aplaudir, algo que por un momento también ha hecho Díaz, que no obstante después ha vuelto a la tarea.

Salvo ambas excepciones, el abarrotado hemiciclo ha aplaudido sin pausa, incluidos los invitados de las tribunas; tras un breve comentario de su madre, la reina Letizia, la princesa Leonor ha hecho un gesto para pedir que acabaran bajando su mano derecha, pero ha sido desatendido.

No ha cesado la ovación, así que, a modo de agradecimiento, se ha llevado dos veces la mano al corazón.

Agotado el tiempo de los aplausos, cuando la familia real y las autoridades han abandonado la plataforma alfombrada, el recinto se ha poblado de un rumor sostenido, el de los comentarios sobre los detalles vividos, desde el traje de chaqueta blanco de la princesa al fragor de la ovación parlamentaria.

Hoy, el hemiciclo estaba completamente lleno, hasta el punto de que algún diputado como Jaime de Olano, del PP, ha tenido que sentarse sobre las piernas de sus diputados colindantes porque no tenía silla para hacerlo. Un hemiciclo en posición de solemnidad y celebración donde nadie parecía echar en falta a nadie.

Si acaso, en un día tan importante para ella, la princesa a sus abuelos, que no la pudieron felicitar hasta la ceremonia privada que por la tarde se celebró en el Palacio de El Pardo, ya a puerta cerrada, con toda la familia Borbón y los Ortiz Rocasolano. Don Juan Carlos decidió finalmente asistir al festejo familiar tras sopesar si lo hacía o no, después de no ser invitado a la sesión solemne en el Congreso ni al posterior almuerzo en el Palacio Real con los poderes de Estado. La reina Sofía tampoco asistió para no hacer distinciones con su esposo. La celebración familiar supuso el primer encuentro de toda la familia Borbón desde hace cinco años y la primera ocasión en la que la princesa de Asturias se vio con su abuelo desde que se marchó a vivir a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) en agosto de 2020 tras la polémica que suscitaron sus irregularidades fiscales y su relación extramatrimonial.

Miles de ciudadanos ovacionan al rey y cantan el cumpleaños feliz por las calles de Madrid

Miles de ciudadanos y turistas han ovacionado a los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía al paso de la comitiva real por la calle Mayor, en la Puerta del Sol y de nuevo camino del Palacio Real, con banderines, vivas al rey y cantando el cumpleaños feliz en honor a los 18 años de la princesa.

Cientos de personas no se han conformado con el paso de la comitiva real, y se ha acercado a la Puerta del Sol a ver el desarrollo de la ceremonia en las pantallas gigantes instaladas por la Comunidad de Madrid frente a la antigua Casa de Correos.

Justo frente a la pantalla, Galán, un cordobés jubilado ha venido expresamente esta mañana «en el primer AVE» para ver a la princesa Leonor. «Veníamos todo el AVE lleno de cordobeses. Me hace mucha ilusión. Me he traído unos pañuelitos para limpiarme porque voy a llorar de la alegría y de todo», ha comentado, muy emocionado, a Efe.

A apenas 50 metros de él, un grupo de jubiladas esperaban desde las ocho y media de la mañana para ver desde la primera fila el recorrido de Leonor. «Es un día muy muy bonito… ¡histórico! ¡A saber cuántos nos quedan por ver ya a nosotras!», comentaba una de ellas entre las risas de sus compañeras.

Otra amiga, preguntada sobre qué le parece la princesa, lo tenía claro: «Pues es perfecta, listísima y más guapa que yo». Entre la gente, también jóvenes. Un par de amigas de 19 años, también en primera fila, han contado a Efe que les parece que será una líder «moderna y nueva». «A mí me cae bien, más que nada, me parece sensata», ha relatado.

Una pareja de ingleses que se hospeda en un hotel de Sol ha decidido bajar a la plaza cuando han visto a toda la gente y, a pesar de «no conocer muy bien» la monarquía de España, pretendían ver el desfile ondeando banderas.

Entre el público, los móviles eran casi tan numerosos como las banderas, ya que todos querían inmortalizar el momento y subirlo a redes sociales, aunque algunos no supieran de qué se trataba el evento. El mayor abucheo sin duda se lo llevó la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, cuando pasó a hablar en catalán a mitad de su discurso.

Así, Pedro, que llevaba la bandera más grande la Puerta del Sol y la ondeaba por encima de la multitud, llevaba desde primera hora esperando para mostrar su «apoyo a la democracia y a la monarquía» ante la «traición de Sánchez con los independentistas».

Otros miles de personas han esperado en vano este martes en la Plaza de Oriente, durante al menos dos horas a que salieran los reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía al balcón del Palacio Real para gritar vivas al rey y cantar cumpleaños feliz a la princesa.