Caso Nevenka: ¿Qué pasó con Ismael Álvarez después de su histórica condena por acoso sexual?
ESPAÑA
El excalde de Ponferrada dimitió de todos sus cargos, pero pudo continuar con sus negocios de hostelería y ocio nocturno hasta volver a la política de forma breve una década después. Su víctima, respaldada por la Justicia, pero condenada por sus vecinos, tuvo que dejar el país
01 oct 2024 . Actualizado a las 18:11 h.30 de mayo del 2002. Tras casi tres años de lucha y escarnio público, llegaba una sentencia histórica. El alcalde de Ponferrada (León), Ismael Álvarez, era condenado a nueve meses de prisión, además del pago de una multa de 6.480 euros -que se rebajaron a 2.000- y una indemnización de 12.000 a Nevenka Fernández. El regidor popular se convertía así en el primer político condenado por acoso sexual en España.
La Justicia le daba así la razón a Nevenka Fernández, la economista que fue concejala de Hacienda y Comercio del ayuntamiento berciano entre los años 1999 y 2000. Junto al veterano Álvarez, la recién llegada a la política llegaba a lo más alto del consistorio y comenzaba a labrarse un futuro prometedor. Junto a él vivió también la mayor pesadilla de su vida. Y es que aunque los tribunales le dieron la razón a la joven política, su propia ciudad y sus vecinos le dieron la espalda. Tanto que Nevenka Fernández no solo tuvo que dejar Ponferrada, sino también España, para poder emprender una nueva vida.
¿Qué pasó después?
La película Soy Nevenka, de Icíar Bollaín, estrenada el pasado 27 de septiembre y ovacionada en el Festival de San Sebastián, lleva por primera vez a la ficción uno de los casos de acoso más conocidos por la sociedad española. Antes, y 20 años después de los hechos, el gran público había podido ver por primera vez a Nevenka Fernández dando testimonio del acoso que había sufrido. La exconcejala de Ponferrada era la protagonista de Nevenka, el documental de Netflix del año 2021.
Si lo que pasó con la concejala de Ponferrada, que se vio sometida a un juicio público, es de sobra conocido, no tanto lo que pasó con Ismael Álvarez, su acosador.
De cara a los vecinos de su ciudad, el que fue alcalde entre 1995 y el 2002 fue la auténtica víctima. El popular sí dimitió de todos sus cargos tras la sentencia, pero pudo seguir con su trabajo, la hostelería y el ocio noctuno, y con su vida normal en su ciudad. Nunca pidió perdón ni reconoció los hechos.
Ismael dio una rueda de prensa negándolo todo, se dirigió a sus vecinos enviándoles una carta con su versión y fue jaleado por más de 3.000 personas en una manifestación.
Dos décadas después nada ha cambiado y sigue manteniendo que no acosó a Nevenka. Todo es, según él, mentira.
Una figura fuerte
Más allá de la alcaldía de Ponferrada, Ismael Álvarez era entonces uno de los hombres fuertes del Partido Popular. Además de ser uno de esos candidatos que cosechaba mayorías, fue senador entre 1993 y 1996 y miembro de las Cortes de Castilla y León entre 1999 y 2002, justo antes de su dimisión.
Nueve años después de su condena, Álvarez regresó a la política municipal. En el 2011 se presentó a las elecciones por un partido independiente y logró cinco concejales. Es más, elexcalde se rebeló contra el que había sido su número 2 -y sustituto tras su dimisión-, Carlos López Riesco, apoyando al PSOE en una moción de censura.
Tras dos años en el ayuntamiento, en el 2013, el acosador de Nevenka volvió a centrarse en sus negocios.
Sus reacciones
Ismael Álvarez no quiso participar en el 2021 en el documental Nevenka, pero sí habló para elbierzonoticias.com. «Esto es un negocio económico para alguien y nada más», dijo.
Aquel era el segundo año de la pandemia y el exregidor aseguró que tenía suficiente con preocuparse por las consecuencias del covid-19 en sus negocios. «Bastante tengo con eso, esto otro son dibujos animados que no me interesan».
Ya en el 2023, el primer político condenado por acoso sí se explayaba en un libro, «Escrito queda». De esa forma contaba su versión sobre el caso Nevenka, una «terapia personal para que se conozca la verdad real, que es distinta a la verdad judicial y mediática».
Álvarez aseguraba en la presentación que todo había sido un montaje para acabar con su carrera política y que la publicación era «un signo de libertad».
Nevenka, la mujer que dijo «no»
Más de 20 años después, la imagen de Nevenka abrazada al equipo de la película de Bollaín, ha sobrecogido a la sociedad. Como previa al estreno, la exconcejala participaba junto a Ana Pastor en un El Objetivo. Era su primera entrevista en televisión.
«Es muy importante que las mujeres que viven maltrato o acoso se fíen de lo que están viviendo porque, cuando te tratan mal, piensas que tienes la culpa de haber sonreído lo suficiente o no haber sonreído lo suficiente», relató.
Nevenka Fernández explicó que su estado de salud tras la situación de acoso que vivió entre 1999 y el 2000 la llevó a estar seis meses de baja y que le costó «mucho» aceptar su situación y afrontar todo lo que le había ocurrido. «Para mí estaba en juego la vida. Entonces, había llegado el momento de pelear por mi vida. Literalmente», confesó.
Nevenka describió en el espacio de La Sexta su situación como «tan dramática» que estaba «absolutamente destrozada». «Me habían machacado a muchos niveles, no solo físicos sino también mentales», detalló.
Para ella, como víctima, la película de Bollaín es un «homenaje a todas las mujeres valientes y a todos los que las acompañan». «Hombres y mujeres buenos que en el camino ayudan a que las injusticias no pasen desapercibidas», sentenció.
El caso
Nevenka Fernández consiguió en el 2002 ser reconocida como víctima de acoso sexual en el trabajo, la primera en conseguir una sentencia favorable en la historia de nuestro país.
Tres años antes, con solo 25 años, se había convertido en concejala del Ayuntamiento de Ponferrada, Ella llegó a la política por los contactos de su padre con el teniente de alcalde en aquel momento, mano derecha de Ismael Álvarez. Con ese equipo se presentó a las elecciones como número tres de la lista del PP.
Su partido ganó las elecciones y se convirtió en concejala de Hacienda y Comercio, con dedicación exclusiva. Aquel mismo año, Nevenka y el alcalde comenaron una relación, que duró solo unos meses. Ella puso fin a su idilio e Ismael no lo asumió. Ahí empezaron los celos, insultos y castigos por parte del regidor. Una espiral de acoso que acabó con la dimisión de la concejala.
El 26 de marzo del 2001, Nevenka comparece ante los medios y hace firme su decisión. Presenta una querella contra el alcalde de Ponferrada por acoso sexual.
Como dijo en su día su abogado, la joven se enfrentaba a un proceso que no iba «a ser un camino de rosas». Y es que Nevenka iba a tener que explicar públicamente cosas que pertenecían a su intimidad, algo para lo que la sociedad no estaba preparada ni hacía el esfuerzo por comprender.
Pero tampoco la justicia. El fiscal jefe del Tribunal Superior de Castilla y León, José Luis García Ancos, fue de los primeros en poner en duda su versión. «Usted no era una empleada de Hipercor que tuviera que dejarse tocar el culo para asegurar el pan de sus hijos. Podría haber dejado su trabajo», le espetó el magistrado.
Sus propios compañeros en el consistorio negaron su versión, pero sí aprovecharon para poner de relevancia su incapacidad laboral. Paradójicamente, quien sí la entendió fue una rival política, la socialista Charo Velasco. Sin oportunismo alguno, escucha la versión de Nevenka, la cree, la comprende y se pone sin titubeo alguno al lado de la víctima.
A pesar de todos los obstáculos en su contra, Nevenka consiguió ganar la batalla judicial. Sorprendentemente no la social. Ponferrada se puso en su contra. Se manifestó en favor de Ismael. Sus vecinos mandaron al exilio a la víctima, que primero vivió en Inglaterra y después en Dublín, y honraron a su acosador.