La denuncia a esta plataforma de un local valenciano que no quiere aparecer en esta web ha desatado la polémica; cocineros de la comunidad denuncian prácticas poco ortodoxas y alertan de que el portal invita a los cocineros a pagar para escalar posiciones en su ránking
19 sep 2019 . Actualizado a las 20:46 h.«Ofrecer el anonimato es como dar una licencia de armas a una persona que no ha pasado un test psicotécnico». Esta frase podría haberla pronunciado una celebridad televisiva, un alto cargo político o una importante figura de la literatura para referirse a los comentarios que sufren por parte de esos haters que peinan Internet. Y que nunca muestran su nombre ni su rostro. Sin embargo, fue el chef Pablo Gallego quien realizó un diagnóstico tan severo sobre el escaparate que representan las plataformas de reseñas como TripAdvisor para los locales de hostelería. La polémica estaba servida después de que el restaurante Marina Beach Club de Valencia reclamase 660.000 euros a este portal estadounidense por no controlar las opiniones negativas ni permitirle al establecimiento desaparecer del portal. Poner sobre la mesa el debate solo avivó las llamas de los ya encendidos chefs gallegos a los que se les planteó esta cuestión.
«Cuando fui número 1 de TripAdvisor había gente que solo venía por esa razón» Dani López. Chef de O Camiño do Inglés (Ferrol)
Aunque reconocen que este tipo de webs les genera tráfico (según los estudios, más del 60 % de los internautas que buscan referencias sobre casas de comidas u hoteles se fía de lo que dicta esta página), afirman que se encuentran en una situación de dependencia que no beneficia ni a propios (por estar más pendientes de hacer las labores de un community manager que de cocinar) ni a extraños. Denuncian que esa plataforma, que comenzó en el año 2000 como un inocente tablón de comentarios de clientes que se alejaba de las oficialistas reseñas de las guías clásicas, ha tomado una deriva que les disgusta y preocupa a partes iguales. ¿El motivo? Que lejos de webs como Booking o ElTenedor, donde quien quiera opinar debe dar sus datos, en TripAdvisor no es necesario.
Sartén por el mango
El negocio amasado por el CEO de la compañía, Stephen Kaufer, se ha convertido en el mayor prescriptor de restaurantes de Occidente. Las opiniones registradas por usuarios que no tienen que demostrar su identidad son valoradas como las más influyentes y, según los últimos datos del portal, más de 455 millones de visitantes consultan al menos una vez al mes esta plataforma. Así las cosas, se entiende que TripAdvisor tiene la sartén por el mango y puede decantar, en buena medida, la entrada o no de un cliente en un local. Lo saben Jimena Meije y David Fernández, propietarios de María Manuela, y Andrés Médici, de PurOsushi, ambos restaurantes situados en el centro de Vigo. Los dueños de estos establecimientos declaran que este portal utiliza prácticas menos ortodoxas de lo que se espera de este tipo de webs. «De repente, bajamos un montón de puestos en el ránking cuando los comentarios seguían una línea similar. Les mandamos un correo y nos dijeron que dejábamos reseñas positivas desde el propio restaurante, lo cual es mentira, y nos plantearon que para recuperar el puesto teníamos que hacernos prémium y pagar. Como nos negamos, nos bajaron más posiciones y, así, pasamos de estar creo que en el 21 a caer hasta el 160». Lo explican los propietarios de María Manuela segundos antes de reconocer que como herramienta para los clientes es útil; ahora bien, «deben usar filtros más profesionales», opinan. TripAdvisor mantiene que trabaja con algoritmos que establecen quién está en un puesto y no en otro.
Las tentaciones
El local japonés que regenta Médici también sufrió esta desagradable experiencia tras disfrutar de las mieles del éxito. «Estuve cuatro meses en el número uno de Vigo, te enseñan el poder que tienen y cómo mejora tu restaurante en esa posición, y un día te bajan del ránking porque sí y te invitan a que pagues para enviar una reseña mala al final de la página o con que te hagas socio de ElTenedor, que es de la misma empresa». Ante este suculento negocio ya hay quien quiere sacar tajada de manera colateral y, como explica Pablo Gallego, existen empresas que se ofrecen, previa transacción económica, a dejar reseñas positivas de los restaurantes.
«Todos decimos que pasamos, pero sí estamos pendientes de los ránkings» Jimena Meije. Chef de María Manuela (Vigo)
Ante el Goliat en el que se ha convertido TripAdvisor, algunos han decidido poner toda la carne en el asador con buen humor. Es el caso de Dani López, chef de O Camiño do Inglés y de Josefa’s. Si bien ha decidido mantener un discreto papel en las redes sociales con su buque insignia, desde el perfil de Josefa’s, un local más informal, responde precisamente Josefa, una mujer con una aguda retranca gallega que reparte estopa con guasa hasta al comentario más soez. Porque si no puedes con tu enemigo, únete a él. Sobre todo cuando, como mantiene el ferrolano, «ves que hay gente que en el local te pone buena cara y luego despotrica a las dos horas en Internet; si preguntamos qué tal está todo es por algo, pero algunos prefieren rajar delante del ordenador».
No solo los restaurantes tienen que sortear estos obstáculos propios de la era digital. También hoteles y casas rurales lidian con comentarios anónimos que pueden dar al traste con una reserva. Ovidio Fernández, presidente de la Federación de Hostelería de Ourense, lamenta «que no haya control, cuando puede lastrar la buena fama de la gastronomía gallega». ¿Se trata de una debacle definitiva? Estos profesionales aseguran que no. La mayoría señala el caso de las reseñas de Google, donde tienes que poner tu nombre, como referente serio a tener en cuenta.
también en sabe bien