Vadillo dejó el Celta en el mismo mercado en el que había sido fichado y sin llegar a jugar ningún minuto en partido oficial
06 oct 2020 . Actualizado a las 13:23 h.El caso que protagonizó ayer Álvaro Vadillo es del todo atípico. No solo por irse sin llegar a debutar con el Celta, sino por hacerlo en el mismo mercado en el que había llegado, con apenas unas semanas de diferencia. Sin embargo, no es la primera vez que se da esta situación en el equipo vigués. Aunque los precedentes más recientes hay que empezar a buscarlos más de una década atrás.
Se marcharon en el mismo mercado
Como Vadillo, también Marko Pantelic llegó y se fue en el mismo mercado y no se estrenó nunca como céltico. El delantero serbio fue una incorporación del verano de 1999, año en que hizo la pretemporada a las órdenes de Víctor Fernández y jugó varios amistosos. Pero después fue descartado por el técnico maño y se marchó cedido al Lausanne Sport suizo. Pese a tener contrato, ya nunca regresó.
Sucedió algo similar con el portero Manuel Almunia en el año 2001. Llegaba en el mes de julio procedente del Osasuna, aunque había militado la temporada anterior en el Sabadell, en Segunda B, y se comprometía por cinco temporadas. Un mes más tarde, se anunciaba su cesión al Eibar, donde fue el portero menos goleado de Segunda por segunda campaña consecutiva tras haberlo logrado también en el club catalán. Al curso siguiente, el Celta lo cedió de nuevo, esta vez al Recreativo, en Primera. Después se fue al Albacete, también cedido. En el 2004 se desvinculó ya con rumbo al Arsenal.
Nunca llegaron a debutar
Además de los anteriores, otros cuatro futbolistas abandonaron el club sin debutar, pero no en el mismo mercado en el que fueron incorporados. Quizás el caso más llamativo, por su trayectoria posterior, es el de Carlos Vela, que pasó en Vigo la temporada 2005/2006 sin tener ficha, por lo que no llegó a debutar. Llegó cedido por el Arsenal y sabiendo que no había hueco en aquel Celta -tenía las plazas de extracomunitarias cubiertas por Iriney, Baiano y Roberto de Souza-, pero con vistas a un segundo año en el que finalmente fue cedido al Salamanca.
Anteriormente, Zoran Djorovic había sido fichado por el Celta en el verano de 1997 junto a su hermano Goran, pero los dos corrieron suerte dispar y, mientras este último tuvo un papel importante durante sus temporadas en Vigo, el primero nunca entró en los planes del club y pasó completamente desapercibido, sin tener nunca minutos más allá de algún amistoso de verano.
Mikel Antía, por su parte, fue una apuesta fallida celeste en el verano de 1994. El central vasco llegó desde el Real Madrid B y se pasó una temporada completa en blanco antes de ser cedido al Valladolid, con el que sí tuvo continuidad en Primera. Acabaría siendo traspasado al conjunto pucelano.
Por último, el portero Luis García Conde estuvo cedido por el Getafe en el Celta en la temporada 2007/2008, en la que Esteban y Pinto se repartieron los minutos con los cuatro entrenadores que tuvo el equipo ese curso. En la siguiente campaña, el conjunto madrileño lo cedió al Tenerife.