Olaia Justo, ginecóloga: «Muchas veces detectamos una ITS porque intentan quedarse embarazadas y no lo consiguen»

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

VIDA SALUDABLE

MARTA REGUERA

La experta aborda el incremento de infecciones de transmisión sexual que, desde hace meses, perciben en consulta: «Muchas veces detectamos una ITS porque intentan quedarse embarazadas y no lo consiguen»

15 ago 2024 . Actualizado a las 11:47 h.

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) crecen de forma sostenida desde hace años en Europa. Los últimos informes publicados por el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), que corresponden al 2022, advierten sobre «un aumento importante en los casos de gonorrea, sífilis y clamidia». Así, la primera aumentó un 48 %, la sífilis un 34 % y la clamidia un 16 %. Unas cifras que, según los expertos, son preocupantes. Hablamos sobre ellas con Olaia Justo Alonso, ginecóloga en Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHOP) y experta en virus del papiloma humano (VPH). 

—¿Cuáles pueden ser los síntomas de una infección de transmisión sexual?

—La gran mayoría de infecciones de transmisión sexual (ITS) suelen ser asintomáticas, y ese es el problema. Salvo que presentes un aumento de flujo, o cuando ya sufres la clínica que producen estas infecciones, no te das cuenta. Muchas veces las detectamos cuando están intentando quedarse embarazadas y no lo consiguen. Yendo hacia atrás es cuando descubres que ha tenido una infección de transmisión sexual y que ha pasado desapercibida. 

—¿Cuánto tiempo puede pasar desde que se contrae hasta que se presentan síntomas de este tipo?

—Claro, lo que ocurre con estas infecciones de transmisión sexual es que los efectos secundarios, como infecciones de la pelvis o infertilidad, se dan muy a posteriori

—¿Están viendo un aumento de las mismas?

—En mi caso, me dedico sobre todo al cribado del cáncer de cérvix y, por lo tanto, veo sobre todo infecciones por el virus del papiloma humano (VPH). También veo mucha clamidia en embarazadas. Esta última está aumentando mucho junto con el gonococo, que son dos que producen esterilidad. 

—¿Y en verano también se da un aumento de las consultas?

—Sí, pero porque también creo que depende de los movimientos típicos del verano. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) acaba de confirmar algo que nosotros ya empezábamos a notar, que están aumentando los contagios en mujeres y hombres. Sobre todo, entre los 20 y los 24 años. Lo que ellos dicen es que ahora mismo empezamos a pagar la reclusión que tuvimos durante el covid. 

—¿Podría darme algún dato?

—Concretamente, el ECDC dice que, en comparación con el año siguiente al coronavirus, la incidencia de estas enfermedades ha aumentado. En el caso de la gonorrea, en un 48 %; un 34 % en la sífilis; la clamidia, un 16 %. Parece que existe mucho acceso a la información, pero que no está llegando de la forma adecuada. 

—¿Cree que la percepción sobre ellas ha cambiado? ¿Hemos perdido el miedo?

—Ha cambiado la percepción sobre ellas claramente. Por ejemplo, del VIH, virus causante del sida. Ahora es una enfermedad crónica, es decir, la gente puede llevar una vida totalmente normal, se cronifica. Además, a la hora de hablar de relaciones sexuales, ahora el abanico es mucho más amplio. Las costumbres sexuales han cambiado. Pero sí, creo que ahora la gente le tiene menos miedo a una ITS; o mejor dicho, piensa que nunca le va a tocar a ella. 

—Antes comentaba que usted es especialista en el virus del papiloma humano (VPH). ¿Qué problemas se dan con este tipo de infección?

—El problema principal es que puede derivar en un cáncer. Si se dan una serie de factores, puede darse un cáncer de cérvix, de vulva, de ano, orofaríngeo, etcétera. Sí es cierto que no existe tanta historia natural que relacione un cáncer de laringe o de amígdala con VPH, en comparación con la que existe con el cáncer de cérvix, que sí que es muy clara. 

—El VPH se relaciona con mujeres, pero también se puede dar en los hombres. 

—Claro. Cada vez es más frecuente que se encuentre detrás de cánceres de recto o en canal anal, porque el tipo de epitelio que hay en el ano es muy parecido al que hay en el cérvix. El virus del papiloma afecta a todos los genitales externos, desde el monte de Venus a la zona perianal, incluso a la zona anal. Y no hace falta tener relaciones anales para tener una lesión en el ano. Es cierto que la gente que tiene relaciones anales tiene más riesgo, pero puede existir. De hecho, muchas pacientes con un cáncer anal son derivadas desde las unidades de colon y recto a nosotros, a ginecología, porque se entiende que tienen un mayor riesgo de sufrir un cáncer de cérvix.

—Desde el año pasado, el calendario vacunal también incluye la vacuna del VPH en los niños. ¿Todos deberíamos vacunarnos?

—Es muy difícil convencer a la gente. Lo ideal es que todo el mundo estuviera vacunado porque es la forma de defendernos frente al virus del papiloma. Es un virus muy silente que no da clínica, salvo que tenga unos condilomas (verrugas genitales) o que entres dentro del cribado y te lo detecten. Pero la gran mayoría de las infecciones son asintomáticas, no dan clínica y sí que es cierto que menos de un 5 % pueden acabar provocando un cáncer. Pero al recibir la vacuna, las posibilidades de tener un cáncer disminuyen. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) quiere tener una reducción completa del cáncer de cérvix para el 2030. Tienen como objetivo menos de cuatro casos por cada cien mil habitantes. Y sí, consideran que es accesible. 

MARTA REGUERA

—¿La persistencia del virus es más larga en las mujeres?

—La mujer suele tener más capacidad para infectar al hombre. Lo que ocurre es que en las mujeres, sí, el virus puede permanecer más tiempo. 

—¿No nos protegemos lo suficiente?

—Nos protege la utilización del preservativo. Pero no solo en las relaciones vaginales, el sexo oral también hay que protegerlo. En el mercado están disponibles métodos para proteger también los genitales externos. Para la estimulación del clítoris se deberían de usar guantes. Incluso los juguetes, estos no deberían compartirse con la pareja o por lo menos, no hacerlo sin una higiene adecuada. 

—¿Se ha ampliado el abanico de tratamientos contra las ITS?

—Sí. Pero el problema está en que, si la infección es asintomática, como una clamidia o un gonococo, puede darse una enfermedad inflamatoria pélvica que dañe las trompas y la consecuencia a nivel de fertilidad no tiene solución: no hay forma de que el ovocito pueda llegar al útero. Pero si se diagnostica antes de llegar a ese daño, se puede revertir, claro, con un tratamiento con antibióticos. Estos últimos, pueden provocar resistencias si te vuelves a infectar... porque hay gente que se reinfecta mucho. 

—¿Qué consejo suele dar a sus pacientes en consulta para no contraer una ITS?

—Que se utilice el preservativo. Que si pueden, que se vacunen, sobre todo de cara al virus del papiloma humano y ante el más mínimo síntoma, que acudan al médico o a la matrona. 

—¿Preservativo aun teniendo pareja estable?

—Según la OMS, se debe mantener el preservativo durante el primer año de relación con pareja estable, porque es el tiempo en el que se pueden llegar a eliminar todas las infecciones. Esa es la recomendación, pero la realidad es que cada uno hace lo que puede.

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.