Una casa que las monjas doroteas alquilaron al marqués de Riestra

La Voz

PONTEVEDRA

19 feb 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

La celda que ocupaba sor Lucía cuando era novicia en la casa de las Doroteas conserva aún intactas las ventanas. El resto de la estancia se ha ampliado como capilla y oratorio, pues fue allí cuando, apenas dos meses después de su llegada, se le apareció la Virgen a la carmelita. El inmueble que hoy es el santuario de las Apariciones fue construido, según explica José Carballal, a mediados del siglo XVI, y cuando sor Lucía vivía en él en los años 20 las doroteas se lo habían alquilado al marqués de Riestra. El delegado del Apostolado de Fátima quiere averiguar ahora quiénes fueron sus anteriores propietarios.