Ángel Viadero dirigirá esta mañana la última sesión de entrenamiento para ultimar el partido del domingo
18 sep 2010 . Actualizado a las 03:28 h.José Manuel Gimeno, entrenador del filial del Rayo Vallecano, dejó ayer patente que por mucho prestigio, por mucha calidad y por muchas ganas de ganar que tenga el Pontevedra juegan once jugadores contra once y cada uno, con su ilusión y sus armas, pueden conseguir resultados totalmente inesperados. Es algo habitual en un deporte en el que, en muchas ocasiones, los mejores también tienen dificultades para hacerse con los puntos.
Después del correctivo del Pontevedra el domingo pasado en el Nuevo Vivero, el equipo de Ángel Viadero querrá brindarle una victoria a sus aficionados en el primer encuentro de la temporada en el estadio de Pasarón.
Y es que por mucho que perseveren solo llegarán a la meta los que tengan una mayor capacidad para extraerse del ambiente y adueñarse del partido desde el arranque.
Jugadores estratosféricos
Al margen de entrenadores y jugadores estratosféricos, las dificultades de adaptación están marcando también el inicio de la temporada de Pablo Alfaro. El último entrenador del Pontevedra que ha conseguido llevar al equipo a la fase de ascenso, está atravesando una crisis de resultados que llama la atención no solo los aficionados sino también la plantilla empieza a dar muestras de nerviosismo cuando solo se han disputado tres encuentros.
El técnico nacido en Valladolid debutó con una derrota en la competición de Liga en el campo del Elche, perdió en casa con el Betis con un amplio 1-3 y en la jornada pasada vio como, en su tierra, el Valladolid le endosaba un cruel colectivo con un 4-0 que nadie se esperaba, con lo que habrá de enfrentarse al Albacete en una situación un tanto complicada.
La trayectoria del Pontevedra no es comparable a la del Recreativo, pero el aviso del Nuevo Vivero de Badajoz y la del entrenador del filial madrileño puede ser un indicio a tener en cuenta.
Viadero, que se quedará sin poder realizar ni un solo entrenamiento para adaptarse al terreno de juego de Pasarón tras la remodelación del césped, realizará hoy el último entrenamiento en Príncipe Felipe. Quizá en otras condiciones, el ambiente en el vestuario sería más relajado, más tranquilo. Pero ahora toca ganar por muchas razones ante un discreto equipo.