El Pazo de Lourizán podría ofertar en Pontevedra una veintena de habitaciones turísticas

PONTEVEDRA

Alfonso Rueda anunció que este año se adjudicará el concurso de ideas
02 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.«O rexurdimento definitivo de Lourizán e todo o que supón empeza hoxe». Con estas palabras, este pasado lunes, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, desveló algunos detalles de la reforma que se prevé acometer en este emblemático, a la par que decadente, inmueble pontevedrés. Se trata de unas actuaciones en las que se invertirán cerca de diecinueve millones, «unha cantidade importante», si bien se trata de una cifra inicial «porque probablemente despois veremos a capacidade de atraer investimento privado para os usos de restauración», añadió Rueda.
Y es que la intención del Ejecutivo autonómico es, una vez completada la transferencia de la titularidad de la Diputación a la Xunta, compaginar los usos académico y cultural con los de carácter social, recreativo, paisajístico y turístico. De hecho, en relación con este último ámbito, el turístico, se tiene en mente habilitar un espacio con capacidad para una veintena de habitaciones, que ocuparían la planta primera y la superior, así como se dedicaría un entorno a restauración y cafetería.

En paralelo, se buscaría «poñer en valor as inmensas posibilidades deste xardín botánico, que é un tesouro como hai poucos en España e probablemente en Europa» y se construirá una sala polivalente de madeira en un nuevo inmueble que complete los existentes en el entorno del Pazo de Lourizán.
En su visita a estas dependencias, Rueda apuntó que, en todo caso, el proyecto da Xunta busca consolidar Lourizán coma un centro de estudio, investigación y divulgación forestal. Precisó que el objetivo es convertirlo en un lugar de referencia para formarse en materia forestal, pero, a la vez, constituirlo en un punto de encuentro entre todos los agentes públicos y privados de este marco.
Agradecimiento a Mosquera
En todo caso, el presidente de la Xunta, quien agradeció la implicación del anterior vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, el nacionalista César Mosquera, como impulsor de esta cesión, dejó claro que antes de acometer este proyecto «era necesario ter a titularidade do edificio para capitanealo dende a Xunta».

De igual modo, precisó que ya se dispone de un cronograma de trabajo, de tal modo que, de la mano con la Fundación RIA del reconocido arquitecto británico David Chipperfield, se lanzará un concurso de ideas. «Ten que estar adxudicado este mesmo ano», subrayó Alfonso Rueda, de tal modo que la intención es que en el primer trimestre del 2024 o como muy tarde en el segundo «dese concurso de ideas ten que saír un proxecto e dese proxecto ten que saír unha licitación e empezar a executalo».
Esto implicaría que, de cumplirse estos plazos previstos, «non deberiamos rematar o 2024 sen que as obras estiveran iniciadas». Eso sí, matizó que no se puede avanzar el período de tiempo que conllevará la ejecución de los trabajos porque «vai depender do concurso de ideas e do proxecto».
Lo cierto es que esta actuación pondrá coto a años de abandono, algo que se percibe en las humedades, los desperfectos o, incluso, las pintadas, algunas de simbología nazi, que se aprecian en algunas de las paredes interiores del Pazo de Lourizán. El inmueble aún alberga mobiliario y obras de arte que reflejan la suntuosidad de antaño cuando sirvió de residencia para Eugenio Montero Ríos, quien residió en este edificio hasta su muerte en 1914.