Incidencias falsas por la vacuna, la nueva estrategia de los negacionistas gallegos

Miriam García
M. G. LUGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Carteles negacionistas a las puertas de un colegio gallego
Carteles negacionistas a las puertas de un colegio gallego MONICA IRAGO

El Sergas y el Consello Galego investigarán a los médicos implicados, que aseguran que los países con mayores tasas de vacunación «están teniendo más casos que nunca»

22 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La red de negacionistas integrada en la plataforma estatal Médicos por la Verdad, y de la que forman parte médicos del Sergas, hace un llamamiento a los simpatizantes para que comuniquen incidencias falsas por el uso de la vacuna. Piden que se notifiquen las reacciones adversas al Ministerio de Sanidad, a pesar de que los integrantes de estos grupos no han recibido ninguna dosis.

El Sergas y el Consello Galego de Colexios Médicos han decidido investigar la red con médicos gallegos negacionistas que cuestionan la existencia del covid, boicotean la vacuna y prescriben recetas en blanco para que las personas contagiadas se automediquen. Así lo ha confirmado la Consellería de Sanidade en la mañana de este martes y después de que La Voz destapase la existencia de varias plataformas de mensajería que contribuyen a difundir bulos relacionados con el coronavirus.

Cartas enviadas a los médicos

Sergas y Consello acordaron trabajar juntos para investigar las actuaciones y esclarecer los hechos. Además, el departamento sanitario gallego asegura que ya está trabajando en la recopilación de datos para averiguar quién promueve la plataforma. Asimismo, están indagando la procedencia de diferentes cartas enviadas a médicos gallegos.

Las redes sociales se han llenado de mensajes de rechazo contra esta red de negacionistas. «Yo no quiero que me atiendan estos médicos», escribe un usuario; «fuera de la sanidad pública», contesta otro. Sin embargo, algunos simpatizantes no han dudado en mostrar su apoyo a los médicos: «la noticia habla de decenas de médicos, debemos preguntarnos por qué boicotean la vacuna», sostienen. Otros, se refieren a las dosis contra el virus como «veneno» y acusan a los medios de comunicación de estar «comprados por las grandes farmacéuticas».

Sin embargo, los grupos de mensajería continúan albergando mensajes que hablan de que la «variante que provoca el covid» es «el cáncer terminal». Asimismo, aseguran que la Asociación Española de Pediatría promueve la vacuna porque «su fundación cobra de Pfizer».

Por otra parte, los negacionistas instan a la población que piense en vacunarse a exigir a los médicos que rellenen un documento de «garantía» que incluye datos del facultativo como la licencia e informa de «factores de riesgo» y «vacunas recomendadas», así como una firma que acredite «que soy consciente de que las vacunas contienen hidróxido y fosfato de aluminio, sulfato de amoníaco y anfotericina B». «No os inoculéis si no os cubren este documento», añaden.

A través de estos grupos de mensajería también se convocan quedadas por ciudades y manifestaciones. Una de las protestas está siendo organizada por un joven menor de edad, que también forma parte de esta red de negacionistas.

Sobre la vacunación y el certificado, que denominan «covinazi», en estos grupos se difunden noticias de distintos medios. En una de ellas hablan expertos que advierten de que las reuniones navideñas con personas sin vacunar pueden resultar peligrosas. «Es al revés, en mi casa no entran vacunados, que son los contagiosos», responde uno de los participantes.

«En mi casa no entran vacunados, que son los contagiosos»

En los últimos días, estos grupos de mensajería en los que hay médicos gallegos implicados, han difundido el bulo de que los hospitales niegan la asistencia médica a pacientes no vacunados, «aunque necesiten quimioterapia».

Los correos de un médico

Uno de los médicos del Sergas integrados en esta red sostiene que los países con mayores tasas de vacunación «están teniendo más casos que nunca». Asimismo, muestra sus deseos de que la población sea vacunada «en el descampado de un párking, sin receta ni consentimiento informado, y sin saber la composición secreta de ese producto milagroso».