Asoporcel celebró en la Casa de Galicia la segunda edición de su difusión gastronómica con un centenar de asistentes
27 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Hasta el tiempo quiso apuntarse a disfrutar del Porco Celta. Porque las temperaturas, que el domingo arañaban los 27 grados en Madrid, se desplomaron en el arranque de la semana -lluvia incluida- para convertir a la ciudad en escenario perfecto para la segunda edición del cocido que la Asociación de Criadores de la Raza Porcina Celta (Asoporcel) organizó en la Casa de Galicia. El evento reunió a casi un centenar de personas, entre hosteleros, medios especializados, distintos representantes institucionales y del tejido asociativo y cultural madrileño y muchas caras conocidas -desde el director de cine Fernando Colomo al juez Vázquez Taín-, un auditorio heterogéneo ante el que Asoporcel y los criadores de esta raza autóctona oficiaron la «liturgia» del plato estrella: el cocido.
Así se refirió a ella -como «una liturgia»- el director de la Casa de Galicia en Madrid, el lucense Javier Vázquez, que alabó las virtudes de los diferentes cortes y preparaciones de la carne de Porco Celta, trascendiendo sus indiscutibles propiedades organolépticas. «Un cocido aporta vitaminas, minerales y proteínas necesarias para garantizar un salud óptima, pero sobre todo, nuestra dieta aporta alegría y felicidad de alma y espíritu, porque es imposible estar triste comiendo un lacón, que es el mejor antidepresivo que conozco, una fábrica de serotonina de efecto lento», aseguró entre risas, aplausos y cabezas que asentían, más que convencidas.
Un cuarto de siglo de trabajo
A renglón seguido, destacó el intenso trabajo que Asoporcel lleva realizando en los 25 años que ahora cumple el colectivo para recuperar el porco celta, en cuya labor de difusión y promoción fuera de Galicia se enmarcó el evento.
«Esta es una convocatoria especial para nosotros porque, a pesar de nuestros 25 años de trabajo, la raza Porco Celta continúa en riesgo de desaparición y, desde luego, su recuperación y conservación sería imposible si no contáramos con el centenar de ganaderos que contribuyen, con sus pequeñas granjas, a mantener la raza», subrayó el director técnico de Asoporcel, Iván Rodríguez.
De esas explotaciones salieron precisamente las cacholas, los lacones, chorizos o butelos que, junto con el resto de productos con IXP de Galicia (grelos, patatas o pan) se sirvieron en el almuerzo, en un cocido preparado por Victoria Maseda, chef de Masseda Catering, siguiendo el estilo tradicional de la Fiesta del Cocido de Porco Celta de la comarca de Sarria, con las cacholas cocidas enteras.
Reconocer la labor de los ganaderos
En la jornada, que también sirvió como reconocimiento al esfuerzo y el compromiso de los criadores de esta raza, también estuvo presente una delegación de ganaderos, operadores autorizados también para el uso de logotipo 100 % Raza Autóctona Porco Celta, que explicaron a los comensales la calidad diferenciada de sus productos y los elevados estándares de calidad del sector en la comunidad. «Pocas veces es posible conectar la producción primaria con agentes de la comercialización, con la hostelería o con el consumidor final; esta es una oportunidad inmejorable para establecer esa conexión», destacó el ganadero pontevedrés Fernando Calviño, en nombre de todos los compañeros de Asoporcel. «No imaginamos una manera mejor de dar a conocer nuestro trabajo y nuestros productos que haciendo honra a la gastronomía tradicional gallega en la capital», añadió, mostrándose convencido de que, una vez degustado el porco celta, «repetiréis mucho».
El almuerzo, regado con mencía de A Ribeira Sacra, concluyó con las filloas que las filloeiras de Muimenta, Dosinda, Ana y Paula, prepararon en directo. Queimada -con conxuro, como manda la tradición- e incluso el himno de Galicia interpretado por un gaitero, cerraron la tarde. «Actúen ustedes de embajadores de Galicia, siempre, allí donde vayan», exhortó a los asistentes el presidente del Clúster de Turismo de Galicia, Cesáreo Pardal, recordando que precisamente la gastronomía es el segundo motivo que anima a los visitantes a conocer la comunidad. Gracias al rotundo éxito del cocido de Porco Celta, Galicia cuenta desde el lunes con un centenar de nuevos embajadores.