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Patronal y minoristas perciben que la inflación está frenando el consumo de pescado en hogares

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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CARMELA QUEIJEIRO

Insisten en pedir la rebaja del IVA, del 10 al 4 % del superreducido

21 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El sector pesquero español consiguió capear el temporal del 2020. Pandemia mediante, el volumen de capturas cayó un 11 %, pero el valor total de la producción creció un 10 % hasta alcanzar los 2.043 millones de euros. Son los últimos datos que la Confederación Española de Pesca (Cepesca) ha recopilado y recogido en la cuarta edición de su Informe del Sector Pesquero Español, que analiza la evolución durante el 2020 y 2021. Pero una vez salvado un año en el que la crisis sanitaria puso zancadillas tanto en el ámbito de la salud de los tripulantes, como en los relevos de las tripulaciones en terceros países o con el cierre de determinados canales de comercialización, como la hostelería, y algunos mercados internacionales, llega otro marcado por la crisis derivada del conflicto bélico en Ucrania. Y trae otros obstáculos en forma de brutal encarecimiento de costes de explotación y de una inflación desbocada que está poniendo freno al consumo de pescado. Un consumo que con la pandemia había crecido en los hogares un 9 %, hasta alcanzar los 24,83 kilos por persona.

Javier Garat, secretario general de Cepesca, confesó en la presentación del informe la inquietud por el impacto de la escalada del IPC: «La situación nos preocupa, porque todos sabemos que, cuando los precios suben, una de las cosas que pasan es que se deja de comer pescado. No es solo un problema para los consumidores, sino también para la salud de los españoles». Según declaraciones recogidas por Europa Press, las pescaderías están empezando a notar en el día a día el descenso de las compras de pescado por parte de los consumidores, que además adquieren productos más baratos. Es más, Garat repitió las palabras de la patronal de las pescaderías, Fedepesca, para señalar que desde «la huelga de transporte el ritmo de consumo en las pescaderías no se ha recuperado». Esa constatación dio pie a la patronal de la pesca a reiterar la necesidad de rebajar el IVA de los productos pesqueros del 10 % con el que ahora se gravan al 4 % del tipo superreducido.

La patronal, para impulsar y promocionar el consumo de pescado en el país ha puesto en marcha Pesca España, una organización de productores que busca potenciar la promoción de esta actividad y de sus referencias.

Coste del combustible

El freno en el consumo de pescado agrava otro problema que amenaza al sector pesquero, que es el alza del combustible, que habitualmente supone entre el 30 y el 40% de los costes de explotación de los buques y que se ha disparado hasta superar el 60 % de esos gastos. El alto precio del gasoil ya había sido un problema durante todo el 2021, pues subió un 44,4 %, pero a raíz de la invasión rusa de Ucrania el coste del litro llegó a superar el euro, el triple de lo que se pagaba en el último trimestre del 2020, cuando estaba a una media de 0,30.

Javier Garat señala que el sector español ha dispuesto ya de ayudas directas para mitigar el impacto de la subida de costes y apunta que los 20 céntimos de rebaja son bien recibidos y agradeció que finalmente se haya hecho extensivo el descuento a las flotas que faenan en el exterior. Aun así, «no es suficiente» y, dice «algunas flotas se están viendo obligadas a parar».

Las vedas tendrán un «impacto brutal» en la flota de A Mariña y su merluza del pincho

Inflación y altos costes de explotación se combinan con un tercer elemento amenazador: «La obsesión de la UE con las políticas verdes», dice Cepesca. Decisiones proteccionistas hacia el medio ambiente que muchas veces no tienen suficiente justificación científica y que pueden causar un grave perjuicio al sector pesquero. Es el caso de las 87 áreas en cuatro países que la Comisión quiere vedar a la pesca de fondo para proteger hábitats marinos. A juicio de la patronal pesquera, de ejecutarse la decisión tal y como está ahora planteada, sería un «desastre» para el sector pesquero en general y tendría un impacto brutal en algunas pesquerías, como es el caso de los palangreros de fondo de Puerto de Celeiro y de la Organización de Productores Pesqueros de Burela, puesto que, dijo Garat, capturan en esas zonas propuestas para el cierre en torno al 75 % de su merluza del pincho.

También la Ley de Pesca Sostenible despierta temores, pues Cepesca cree que no garantiza la seguridad jurídica y se desentiende de las empresas mixtas.