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España renueva su Ley de Pesca tras 23 años, acentuando ciencia y sostenibilidad

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Marcos Creo

Adelanta la jubilación de las rederas y cambia los criterios de reparto de cuotas

19 mar 2023 . Actualizado a las 11:21 h.

Han pasado algo más de dos años desde que el ministro de Pesca, Luis Planas, anunció en Celeiro la apertura de consultas públicas para elaborar el que ha definido como proyecto legislativo estrella de su equipo: la Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera. Y hoy entra en vigor, después de que ayer saliese publicada en el Boletín Oficial del Estado. Un texto que ha dado muchas vueltas. Tantas, que incluso el Consejo de Estado lo mandó de vuelta al Ejecutivo conminándolo casi a empezar de cero. Literal. Hubo que abrir de nuevo consultas y prácticamente redactar de nuevo el proyecto de ley. Ese que ahora, con casi un año de retraso sobre la fecha prevista y con bastantes cambios en su redacción inicial, anunció ayer satisfecho el ministro Planas en un comunicado.

La nueva normativa viene a sustituir a la Ley de Pesca del 2021, a la que le han pasado 23 años por encima y centenares de avatares que la han dejado obsoleta. En este nuevo texto, el Ejecutivo pone el acento en la sostenibilidad y la ciencia, y su intención es «fortalecer la conservación y el uso sostenible de los recursos pesqueros, procurar que la actividad contribuya a la creación de empleo, generación de riqueza y la cohesión social de las zonas costeras, y fortalecer el vínculo entre la ciencia y la acción política en esta materia», resume el Ministerio de Agricultura y Pesca. Es decir, que en el glosario español la sostenibilidad se entiende en sus tres aspectos: medioambiental, económico y social.

Así, Planas subraya que la nueva ley potencia las medidas de protección y regeneración de los recursos pesqueros y regula aspectos determinantes como la declaración de zonas de protección pesquera o la actividad en los espacios marinos protegidos. Y al mismo tiempo también incluye aspectos sociales como los coeficientes reductores que adelantarán la edad de jubilación de colectivos como las rederas, las neskatillas, las empacadoras o los buzos profesionales.

La ley instaura el mecanismo de optimización de cuotas que se ha venido utilizando estos años en aras de conseguir «una utilización más eficiente y flexible de las cuotas» asignadas a España. Además, clarifica los requisitos necesarios para poder desarrollar la actividad pesquera y que sea posible por tanto recibir una asignación de posibilidades de pesca, además se actualizan los criterios de reparto de las cuotas. En este sentido, pierden peso los derechos históricos —que siguen puntuando—, pero lo ganan la creación de empleo y la aportación a la economía local, y se instaura la polémica expropiación de licencias de pesca cuando estas no se utilicen o se vendan en un período de tiempo determinado. Otra de las cuestiones más polémicas, como es la reserva inicial de cuotas para el Estado, se ha corregido para rebajar el porcentaje al 5 % y solo en casos excepcionales se aplicará el 10 % que el Gobierno perseguía para todas las cuotas.

La ley prevé que todas las decisiones de gestión pesquera estén basadas en la ciencia e incluye como novedades la regulación de la pesca de recreo y, por primera vez, la gestión de los recursos genéticos pesqueros, que tienen una gran potencialidad en el ámbito de la seguridad alimentaria.

Asimismo, se crea el Foro Asesor de Pesca, como órgano de consulta, elaboración y seguimiento.

Dudas sobre cuánto bacalao podrá pescar en Svalbard la flota española

El Ministerio de Agricultura ha aprovechado el comunicado que anuncia la publicación de la nueva Ley de Pesca tras su aprobación definitiva en las Cortes para aplaudir también el cierre de las negociaciones entre la Unión Europea y Noruega para cerrar los acuerdos de pesca bilaterales. Según explican desde el gabinete de Planas, la flota pesquera española podrá capturar este año 2.321 toneladas de bacalao ártico en la zona económica exclusiva (ZEE) de Noruega en virtud del pacto al que han llegado Bruselas y Oslo para intercambiarse posibilidades de pesca y permitir el acceso mutuo a las aguas.

Para cerrar ese acuerdo, la UE y Noruega han estado dialogando seis largos meses, embarcados en una negociación en la que, a juicio de los representantes de la flota española, Oslo ha marcado los ritmos e impuesto su parecer sobre el reparto de bacalao de las islas Svalbard. Es más, a día de hoy todavía desconocen qué cantidad podrán pescar en esas aguas, dado que solo disponían de una cifra provisional hasta el 31 de marzo.

De acuerdo con el comunicado del Ministerio de Pesca español, la flota comunitaria dispondrá de una cuota de bacalao ártico de 9.150 toneladas, una cantidad similar a la del año anterior. Añade que ahora todavía queda pendiente de cerrar el acuerdo entre la UE y Noruega para la pesca de esta especie en aguas de ese archipiélago administrado por Oslo.