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Un estudio sobre enfermedades neurodegenerativas de las lubinas abre puertas a probar terapias en humanos

s. s. REDACCIÓN / LA VOZ

ACUICULTURA

El CSIC investigó las enfermedades de la lubina porque España es el tercer productor del mundo en acuicultura y el cuarto en pesca, como esas piezas capturada por un barco gallego
El CSIC investigó las enfermedades de la lubina porque España es el tercer productor del mundo en acuicultura y el cuarto en pesca, como esas piezas capturada por un barco gallego CEDIDA

Una tesis de Raquel Lama con el CSIC en Investigaciones Marinas de Vigo desarrolla una vacuna contra el nodavirus en la acuicultura

03 nov 2021 . Actualizado a las 04:45 h.

Nadan desorientadas, descendiendo en espiral, se vuelven más oscuras, pierden el apetito... Síntomas característicos del nodavirus, que daña el sistema nervioso central de las lubinas y puede provocar la muerte de todos los juveniles. Solo hay en el mercado dos vacunas contra esa infección, por lo cual los acuicultores la combaten extremando la prevención y el manejo en las granjas. La tercera contra esa enfermedad neurodegenerativa se ha desarrollado en el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

«Con éxito» se probó ese un prototipo, que se caracteriza, «fundamentalmente, por mejorar la seguridad y rentabilidad ambiental al no necesitar» adyuvantes, sustancias de refuerzo para inmunizarlas, explican desde el CSIC en un comunicado.

Es uno de los resultados de las investigaciones de la ourensana Raquel Lama López, doctora en Biología por la Universidad de Santiago (USC) y contratada por el CSIC. Su tesis doctoral la ha dirigido Beatriz Novoa García, jefa del grupo de Inmunología y Genómica del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, y la ha tutelado María Isabel Santos Rodríguez. Obtuvo un sobresaliente «cum laude» e «internacional».

Raquel Lama profundizó en el conocimiento de las respuestas de las lubinas infectadas por nodavirus porque España ocupa el cuarto lugar del mundo en pesca de esa especie y el tercero en cultivos. Datos de la Asociación Empresarial de Acuicultura de España la cifran el año pasado en 22 millones de kilos de talla comercial y 46 millones de alevines.

Por «la relativa dificultad» para investigar con especies de alto valor comercial como la lubina, eligieron el pez cebra como modelo. Así comprobaron que cuanto mayores son las larvas, más complicado que presenten síntomas de infección. Y reafirmaron la utilidad del pez cebra para estudiar otros muchos virus en peces donde resulta complicado porque es difícil mantenerlos vivos en laboratorio.

«Desarrollar un modelo que nos permita conocer de manera más rápida y sencilla los mecanismos mediante los que actúa un virus que provoca daños en el sistema nervioso central, abre la puerta a comparar sus mecanismos de actuación con los de virus que producen encefalopatías humanas», señala Raquel Lama. Cita el herpes simplex o la varicela zóster, pero también el Alzhéimer. Un paso para «intentar probar terapias que nos permitan afrontar los procesos neurodegenerativos comunes», añade.