La Comisión Europea ¿aparca? la «condena» de prohibir toda la pesca de fondo en 94 áreas
PESCA Y MARISQUEO
No adopta su propuesta, pese a sacarla adelante en una votación a mano alzada, sin opción a debate, con el no del Gobierno español y del irlandés
28 jun 2022 . Actualizado a las 16:22 h.En una votación a mano alzada, sin opción a debate, la Comisión Europea sacó adelante en la mañana de este martes su propuesta de prohibir toda la pesca de fondo en 94 áreas de España, Portugal, Francia e Irlanda, donde se sabe o se supone que puede haber hábitats sensibles, ecosistemas marinos considerados vulnerables que se caracterizan la presencia de corales o esponjas. Sin embargo, ha decidido no adoptarla, lo que podría suponer que la aparca, aunque de momento está por confirmar el significado concreto de una resolución que podría suponer que la medida quedaría pendiente de examen o deliberación.
Precisamente, en el momento de elaborar esta información, la flota esperaba conocer los detalles de lo qué implica la no adopción de una medida impulsada por el departamento del comisario de Pesca, Virginjus Sinkevicius. Al pie del cañó, Iván López, presidente de la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA, por sus siglas en inglés), la organización comunitaria que defiende los intereses de la flota tratando de conciliarlos con la protección del medio ambiente. Antes había confirmado que los representantes del Gobierno español y del irlandés votaron en contra, los del francés a favor y los del portugués se abstuvieron, igual que los de otros siete u ocho países de los Veintisiete.
«No fue el resultado que esperaban», opina el dirigente pesquero de la Cooperativa de Armadores de Vigo, Arvi. Su lectura lo confirmaba el hecho de que la Comisión opte finalmente por no adoptar el acuerdo. Decidió después de analizar la votación. Sobre la mesa está seguir adelante e imponer lo que la flota considera una «condena» o, como solicitan los pescadores comunitarios, aplazar la prohibición de faenar con cualquier arte en contacto con el fondo marino para analizarla, documentarla científica y socioeconómicamente y, sobre todo, procurar un equilibro entre la protección del mar y de los miles de personas que se declaran las más interesadas en cuidarlo porque ellos y sus familias viven de él.