La veda francesa para proteger delfines puede reducir el suministro de pescado
PESCA Y MARISQUEO
España permite a la flota nacional desplazarse a otros caladeros o amarrar a cambio de ayudas por determinar a armadores y tripulantes
20 ene 2024 . Actualizado a las 04:47 h.Incertidumbre. A menos de 48 horas de que entre en vigor la veda a pesqueros de cualquier país para proteger delfines en aguas jurisdiccionales de Francia, no se sabe con certeza cuántos de bandera española deberán abandonar caladeros comunitarios del golfo de Vizcaya durante un mes. Aclarado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que la parada será voluntaria, tampoco se sabe cuántos optarán por desplazarse a otras zonas. El impacto sobre el suministro de pescado de fresco dependerá de cuántos amarren. No solo por los barcos españoles, sino también por los franceses y del resto de países afectados, como Bélgica, los Países Bajos, Portugal o Alemania.
A la espera de una decisión que compete a cada armador, dirigentes pesqueros gallegos coinciden en que la oferta se resentirá si todos los españoles paran. Inicialmente, Pesca los cifró en 41, pero lo cierto es que ahora mismo podría haber más faenando dentro de aguas atlánticas francesas, desde Brest hacia el sur y al oeste. Solo por los alrededor de 450 barcos galos que según el sector de ese país deben dejar de faenar, dan por hecho que llegará menos pescado al mercado. Para los consumidores podría significar una subida de precios.
Pesca confirmará oficialmente hoy que la flota española que emplea redes de arrastre de fondo a la pareja, de cerco, de volanta o de trasmallos tendrá que salir de las aguas jurisdiccionales francesas de las zonas 8a, b, c y d desde las doce de la noche de este domingo al lunes hasta la misma hora del 20 de febrero. Para los que tienen opción de pescar en otros caladeros, cesar la actividad será voluntario. Si los volanteros decidiesen trasladarse a otras zonas de Gran Sol, podría surgir otro problema porque la concentración de flota obligaría a turnarse para poder trabajar.
Ayer, viernes, último día para recibir alegaciones a la veda unilateral de Francia que acata España, desde Pesca le anticiparon al sector que habrá compensaciones para los armadores y los tripulantes de los barcos que paren. No concretaron cuantías, pero en principio se da por hecho que para los empresarios no se corresponderán con la referencia del 80 % de la facturación de los tres últimos años, la ofrecida por Francia a su flota.
«Seguridad jurídica»
Públicamente, la Comisión Europea guarda silencio sobre la medida de emergencia acordada unilateralmente por Francia, saltándose el procedimiento comunitario, reprochan y denuncian pescadores españoles y de otra decena de países europeos. Según le trasladaron desde Pesca al sector español, Bruselas habría dado el visto bueno. Así justifican su decisión de obligar a la flota de bandera nacional a acatar la veda. «Por seguridad jurídica», aseguran, ya que las autoridades francesas estarían legitimadas a retener y sancionar a los buques que sorprendan pescando en las zonas cerradas con alguna de las redes prohibidas.
Este es el primer cierre temporal para intentar reducir la mortandad de delfines en el golfo de Vizcaya. A la espera de los resultados de este, se prevé que se repitan en el 2025 y en el 2026. Oenegés ecologistas convencieron a la Comisión, que exigió medidas a Francia y España. Por la recomendación de los científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES), el objetivo es rebajar a un máximo de 4.927 las muertes anuales de esos cetáceos. Por los que varan en las costas francesas, sobre todo, calculan que en los últimos años han perecido una media de 9.400, menos del 2 % de los 634.286 que estiman puede haber en el Atlántico nororiental. Por lo que se sabe, la pesca accidental no es la única ni la principal causa de la mortalidad de delfines.