David Calle, de «Cifras y letras», defiende su salario de 57.750 euros como colaborador de TVE: «A tres horas por programa salen a 82 por hora»
TELEVISIÓN
El ingeniero en telecomunicaciones y creador de contenido, experto en cifras en el programa, sale al paso de las críticas recibidas en redes sociales, que han compartido el sueldo que recibe por los datos de transparencia del ente público
25 nov 2024 . Actualizado a las 14:17 h.Cifras y Letras, que se emite en La2 de lunes a viernes a partir de las 21.30 horas, es uno de los concursos culturales más conocidos de la televisión. Está basado en una idea original francesa, Des chiffres et des lettres, que data de 1965 y se ha emitido en multitud de cadenas en todo el mundo, incluidas varias generalistas y autonómicas en España. De la versión en TVG, entre los años 2006 y 2013 se encargó Paco Lodeiro, quien también realizó el programa para Telemadrid. A pesar de los años, el formato ha vuelto a emisión cada noche en la cadena pública presentado por Aitor Albizua.
Junto a él, y como lleva pasando desde sus orígenes, dos expertos son los que validan las respuestas de los concursantes. Certifican que las cifras de las operaciones matemáticas o las letras que conforman las palabras, sean correctas. De ahí viene realmente el nombre del programa. Y si hace años en Galicia esas figuras eran las de la poeta Yolanda Castaño o el científico Jorge Mira, ahora ese papel lo encarnan la divulgadora lingüística Elena Herraiz y el ingeniero en telecomunicaciones David Calle. Con este último ha surgido la habitual polémica del salario que recibe, especialmente por estar contratado en el ente público. Y como RTVE está obligada por la llamada Ley de Transparencia a informar de sus contratos, a través de X, compartió los datos referidos al divulgador matemático el usuario Wall Street Wolverine.
Tras esta filtración, Calle, que además de ingeniero es docente, finalista en el 2017 del premio GlobalTeacherPrize y creador de contenido educativo en YouTube; ha salido al paso para detallar cómo se gana los 57.750 euros que recibe de la productora del programa, quien, a su vez, mantiene contrato con la administración pública, en este caso a través de TVE. «Tras impuestos (que yo sí pago en España) se quedan 43.312€ netos», comienza explicando para, después, desglosar su trabajo. «Por 176 programas, te ayudo con la división, sale 246 € / programa. A tres horas por programa, no es en directo, salen aproximadamente a 82 € / hora», concluye en su respuesta en la red social.
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Los comentarios se dividen en X entre quienes valoran la experiencia y el perfil profesional del colaborador como para ser remunerado de esa forma y quienes le recriminan ser un privilegiado, ya que sumando todas las horas de trabajo en Cifras y Letras no suma 14 semanas de trabajo al año, cuando un trabajador a jornada completa lo hace 52. «Yo también trabajo 52 semanas al año, todos los días de la semana. No solo trabajo en la tele», se justifica Calle, quien realiza este trabajo para el programa como autónomo.
Polémica habitual con los contratos en las televisiones públicas
Calle ha sido el último en ser criticado por su nómina en TVE. Otra de las más recientes polémicas en el ente público, surgió a raíz del fichaje del programa La resistencia, de Movistar + Plus, para competir en La1 con El hormiguero, presentado por Pablo Motos en Antena 3.
El formato, que se emite las noches de lunes a jueves con el nombre ahora de La revuelta, cuesta 14 millones por cada temporada. Se firmó por dos años, 28 millones en total. Una cifra que sufraga la emisión de un total de 320 episodios, por lo que cada una de las emisiones cuesta 87.000 euros, unos 1.200 euros por minuto.
Por poner otro ejemplo de La1, Masterchef cuesta casi el triple: 3.400 euros por minuto. El programa de Broncano es también más barato que la serie a la que sustituyó en la cadena pública, que tenía un coste de 110.000 euros por capítulo. Dado que las cadenas autonómicas también tienen portales de transparencia, cada emisión en TVG de Land Rober vale casi 80.000 euros, cifras que sirven para poner en contexto un trabajo en televisión que incluye, además del sueldo de los presentadores, el pago a colaboradores, equipo técnico, de redacción y artístico; así como asumir los costes de alquileres de platós y compras de material. Lo que queda de esa suma, es el beneficio real.