Tras las primeras fusiones, en la capital se decide qué se hace con el 65 % del ahorro y el crédito de toda España; solo 6 territorios resisten a esa centralización
Sarkozy y Merkel le han cantado a dúo las excelencias del recorte del déficit a poco más de 4 puntos y el presidente español se ha plantado en casi 6, lo que les ha sentado como un vaso de vinagre