Carlos Bergantiños es un hombre inocente hasta que se demuestre lo contrario, pero el FBI lo acusa de estar detrás de una trama que vendió un Rothko supuestamente falso que acabó en manos de Domenico de Sole, responsable de Tom Ford Internacional y expresidente de Gucci. Su expareja Glafira Rosales confesó. La pregunta es cómo alguien de Parga se ha convertido en candidato a entrar en la lista de grandes falsificadores de arte
María Cedrón