No volverá porque el pasado no regresa, si acaso se remeda o se parodia, y porque, como ya advirtió hace unos cuantos siglos el griego, nadie se baña dos veces en el mismo río. Sin embargo, en este 2025, y gracias a la iniciativa gubernamental, sí que van a volver el recuerdo y el escrutinio de su figura, aunque se afirme que el propósito es más bien festejar lo que empezó a existir en su ausencia. Como apunta un lector, no está de más no olvidar, incluso es una exigencia para entender mejor el presente y afrontar algo menos ciegamente el futuro. La duda surge en torno a la conveniencia de poner en el vértice de la conmemoración de las libertades a quien justamente se las negó durante cuatro décadas a sus compatriotas. Si la intención es reivindicarse contra él, el efecto adverso es devolverlo al centro de la pista.