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Desayuno de domingo con... Fernando Gil: «Machos alfa hay muchos. Mira al de la carita de niño que nos decía cómo comportarnos»

Madrid, 1975. Soy un actor polifacético, director y dramaturgo. Protagonizo 'El jefe del jefe', en el Teatro Pavón (Madrid) hasta el 26 de enero. Una versión escénica de la famosa película de Lars Von Trier.

Javier Ocaña.

Viernes, 22 de Noviembre 2024, 09:51h

Tiempo de lectura: 2 min

XLSemanal. Una comedia disparatada: resulta que el jefe de la empresa para la que trabajamos no ha existido nunca.

Fernando Gil. Te lo explico [ríe]. El tipo que dirige una moderna start-up no es capaz de tomar decisiones y se inventa un jefe para gobernarla a través de e-mails. Pero, cuando quiere venderla, tiene que contratar a un actor que se presente en la firma. Ese soy yo.

XL. ¡Y la lía!

F.G. ¡Parda! Como buen actor, es empático y, al meterse en el deshumanizado mundo de la empresa, acaba comprometiéndose y liándola.

«No te puedes fiar de nadie. Si los predicadores son los peores, apaga y vámonos»

XL. ¡Cuántos jefes se habrán escudado en informes inexistentes para eludir la responsabilidad de una decisión!

F.G. ¡Pues muchos más de los que imaginamos! Y si supiéramos con qué 'certeza' dicen tomar esas decisiones nos llevaríamos las manos a la cabeza.

XL. Han anunciado la cuarta temporada de Machos alfa (Netflix).

F.G. ¡Hemos roto el molde! Con la tercera llegamos al top ten de 35 países de los cinco continentes, y van a hacer versiones de la serie en Italia y Francia. Esto te da cierta seguridad, muy necesaria.

XL. Usted no se puede quejar: fue el primer español protagonista en The Globe Theatre de Londres, nada menos que con una obra de Shakespeare (Enrique VIII); mejor actor en el festival de Las Vegas; ha representado en Los Ángeles, Düsseldorf…

F.G. No me quejo, mi carrera ha sido muy fructífera, pero ahora tengo una hija de 11 años, y el éxito de Machos alfa me da tranquilidad unos años en mi país y eso es bueno.

XL. Nos tomamos las barbaridades que dicen los machos alfa de la serie a broma, pero yo sigo escuchándolas en la vida real.

F.G. Totalmente, el abanico de machos alfa es muy variado en cada ámbito social y, si vas al campo, ya ni te cuento.

XL. Para no hablar de la política...

F.G. Ahí ves... mira tú al que, con carita de niño, nos decía cómo debíamos comportarnos… ¡El demonio rojo!

XL. ¡Como para fiarse de los feministas de la política! ¡Qué shock!

F.G. No me extraña. No te puedes fiar de nadie. Si los predicadores son los peores, apaga y vámonos. ¡Madre mía!

XL. Cambiando de tema, usted debe de tener un gen royal: ha interpretado a Felipe II, a Enrique VIII, a Juan Carlos I (dos veces), a Felipe VI y fue el duque de Alba en la serie Reinas, de la BBC.

F.G. Quizá por ser rubio con ojos azules y medir 1,91. La monarquía me ha dado mucho de comer, sí. Con este porte no me van a pedir que haga Los santos inocentes [ríe].

«Hago ayuno intermitente y me voy directamente a la comida sin tomar nada sólido. Solo bebo agua con gas con unas gotas de limón y un poco de sal».