En libertad los tres jóvenes detenidos por los insultos racistas a Vinicius en Mestalla

La Voz REDACCIÓN

DEPORTES

Policía Nacional

La actuación viene motivada por las diligencias incoadas por la Fiscalía de Valencia

23 may 2023 . Actualizado a las 21:36 h.

Poco ha tardado la Policía Nacional en realizar las primeras detenciones después del escándalo producido el pasado domingo en Mestalla, cuando tuvo que pararse el partido el Valencia y el Real Madrid tras durante unos minutos, como consecuencia de los insultos racistas recibidos por Vinicius. Los tres jóvenes detenidos, de entre 18 y 21 años, han sido puestos en libertad tras prestar declaración. Según han informado fuentes policiales a Efe, se les ha comunicado la necesidad de que comparezcan en sede judicial en caso de ser reclamados. Se les ha imputado un presunto delito relativo al ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas. La investigación, que ha contado con la colaboración del Valencia CF, continúa abierta para tratar de identificar a otros posibles autores de conductas similares.

Los insultos racistas sufridos por el jugador brasileño del Real Madrid Vinicius este domingo en Mestalla, que llevaron a detener el partido para señalar a los culpables, han desatado una cadena de reacciones en el fútbol español, con denuncias ante la Fiscalía y la petición de medidas urgentes para eliminar la mancha de racismo. Los hechos tuvieron lugar pasado el ecuador de la segunda parte del duelo entre el Real Madrid y el equipo che, cuando desde las gradas de Mestalla se escucharon gritos de «mono» dirigidos al delantero madridista. Vinicius se encaró con esos aficionados, acusándolos de haber proferido insultos racistas contra él. El brasileño estuvo acompañado en este acto por varios compañeros, entre ellos Lucas Vázquez.

Posteriormente, tanto el entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, como el árbitro del encuentro, De Burgos Bengoechea, hablaron con el delantero para tratar de convencerlo de que continuase en el campo. El futbolista aceptó hasta que, minutos después, en medio de una refriega, agredió a Hugo Duro, que instantes antes le había agarrado por el cuello. En ese instante, el colegiado expulsó al brasileño, que abandonó el campo dirigiéndose hacia la grada con dos dedos en alto en claro gesto de recordarles que podían irse a Segunda División. La respuesta de Mestalla fue entonar un atronador: «¡Tonto, tonto!».

La detención de estos tres jóvenes, sobre los que hasta el momento no ha trascendido nada más, coincide con otra efectuada en Madrid a cuatro individuos, tres de ellos del Frente Atlético, por haber colgado hace algunos mese una pancarta en un puente cercano a la ciudad deportiva del Real Madrid con un muñeco ahorcado que lucía la camiseta de Vinicius.

La Fiscalía asume el caso Vinicius

El Real Madrid presentó este lunes una denuncia ante la sección contra los delitos de odio y discriminación de la Fiscalía General del Estado por los graves hechos acaecidos en Mestalla, con Vinicius como triste protagonista por ser objeto de varios insultos racistas. Lo mismo hicieron el Movimiento contra la Intolerancia (MCI) y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). 

La fiscal de delitos de odio de Valencia, Susana Gisbert, informó de la apertura de la investigación y advirtió de que se practicarán las diligencias oportunas, «como puede ser la petición de grabaciones a medios de comunicación o a quien sea, y el acta arbitral». Todo ello, con el fin de decidir si los hechos se ponen en conocimiento de un juzgado, si se archivan o si se derivan a cualquier otro organismo para una posible sanción en la vía administrativa. Todo para determinar no solo si hubo insultos, «algo más que evidente», sino si los mismos «están motivados por el color de piel de la víctima y si, además, entrañan humillación o menosprecio, dos circunstancias que exige el tipo penal», ha recordado.

Los autores de los insultados se enfrentarían por un delito de odio a penas que van desde la multa hasta los cuatro años de prisión, dependiendo del tipo legal y de las circunstancias que concurran en cada caso.

Gisbert ha manifestado que es «importante» actuar «de forma tajante y sin fisuras» en este tipo de casos ante la repercusión de un deporte como es el fútbol. «Precisamente en este ámbito, en el deportivo, se deberían primar los buenos valores, con lo que este tipo de prácticas hay que cortarlas de raíz», ha dicho.

Vídeo en redes sociales

Vinicius Junior publicó este lunes un vídeo en sus redes mostrando insultos racistas en estadios como Mestalla, el Metropolitano, el Camp Nou, José Zorrilla y Son Moix, junto a un mensaje en el que pidió que se criminalice. El jugador blanco se pregunta «¿hasta cuando?» y recuerda, según recoge Efe, que «el racismo es un crimen».

«Comprobado. Cada jornada fuera de casa trae consigo una sorpresa desagradable. Y esta temporada hubo muchas. Deseos de muerte, muñeco colgado, muchos gritos criminales... Todos registrados», denuncia.

«Pero el discurso siempre recae en 'casos aislados', 'un aficionado'. No, no son casos aislados. Son episodios continuos repartidos por varias ciudades de España (e incluso en un programa de televisión). Las pruebas están ahí, en el vídeo. Ahora te pregunto: ¿cuántos de estos racistas tenían sus nombres y fotos expuestos en páginas web? Respondo para hacerlo más fácil: cero. Ninguno para contar una triste historia o disculparse públicamente», añade, según recoge Efe.

En el vídeo aparecen escenas de Mestalla en el que le llaman «mono» a su entrada al estadio y desde varios puntos de la grada antes del incidente, así como los que sucedieron en uno de los accesos del Metropolitano antes del derbi, un grito de «negro cabrón» y «negro de mierda» cuando se retiraba por la banda en Pucela junto al sonido gutural de varios aficionados.

También un cántico «Vinicius muérete» en el Camp Nou o el grito «¡vete a recoger plátanos!» en Mestalla, además de mostrar el muñeco pintado de negro colgado de un puente en Madrid con su camiseta. «¿Hasta cuando?», pregunta en el final de vídeo en letras sobre negro el jugador brasileño. «El racismo es un crimen».

Vinicius pide mano dura. «¿Qué falta para criminalizar a esta gente? ¿Y castigar deportivamente a los clubes? ¿Por qué los patrocinadores no cobran a La Liga? ¿No se molestan las televisiones en retransmitir esta barbarie cada fin de semana? El problema es muy grave y las notas de prensa ya no sirven. Echar la culpa para justificar actos delictivos tampoco. No es fútbol, es inhumano», sentenció, según recoge Efe.