Casado se niega a dimitir y convoca a la Junta Directiva Nacional del PP el próximo lunes

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y el líder del PP, Pablo Casado, en una imagen de archivo.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y el líder del PP, Pablo Casado, en una imagen de archivo. ANGEL MANSO

La unidad del comité de dirección se rompe y varios vicesecretarios amenazaron al líder popular con dimitir si no daba ese paso, mientras se multiplicaron las voces de los barones que piden al presidente popular una decisión inmediata

22 feb 2022 . Actualizado a las 00:57 h.

Pablo Casado se niega a dimitir. El presidente del PP reunirá el próximo lunes a la Junta Directiva Nacional del partido, en la que pretende medir sus fuerzas para impedir que los críticos fuercen la convocatoria de un congreso extraordinario. Esa fue la decisión acordada por unanimidad tras una maratoniana reunión del comité de dirección del PP para buscar una salida al caos, el desgobierno y la crisis de liderazgo creada por Casado con su ataque sin precedentes a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que llegó a acusar de haber permitido que su hermano utilizara un «testaferro» para beneficiarse de contratos de la Comunidad de Madrid. El comité, que arrancó a las once de la mañana e hizo a mediodía una pausa, concluyó en torno a las 20:00 horas. La voluntad de Casado es ganar tiempo y resistir. Pero el tiempo parece estar agotándose para el todavía líder del PP, que pierde apoyos a cada momento. 

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, habló la noche del domingo con Díaz Ayuso. En esa conversación, la presidenta madrileña habría garantizado al líder gallego que no optaría a liderar el partido en un congreso extraordinario. Algo que Ayuso confirmó este lunes en público. Ambos habrían coincidido en que la etapa de Casado al frente del PP ha concluido y debe renunciar. Y si él mismo no daba un paso atrás, exigirían la convocatoria de una Junta Directiva Nacional para solicitar un congreso extraordinario. Y eso es exactamente lo que se decidió.

Para forzar al líder del partido a convocar un congreso en contra de su voluntad se necesitaría reunir a dos tercios de la Junta Directiva Nacional, compuesta por 550 personas, muchas de ellas designadas directamente por la actual dirección. En un intento desesperado por evitarlo, Casado habría ofrecido este lunes a Feijoo la destitución de García Egea para sustituirlo por Diego Calvo, presidente del PP de A Coruña, vicesecretario del PPdeG y de la máxima confianza del presidente gallego. Feijoo y el propio Calvo habrían rechazado esa solución. 

En el comité de dirección las divergencias fueron profundas y el ambiente en la reunión se tensó al máximo. Varios de los vicesecretarios del partido habrían pedido a Casado que convoque un congreso y amenazaron incluso con dimitir si no lo hacía. Belén Hoyo, presidenta del Comité Electoral del PP y considerada próxima a Casado, le pidió también la destitución del secretario general, Teodoro García Egea.

Los mensajes de los barones exigiendo a Casado que tome una decisión inmediata se sucedieron a lo largo de la jornada. Además de Feijoo y Ayuso, tanto el castellanoleonés Alfonso Fernández Mañueco como el castellanomanchego Francisco Núñez, el catalán Alejandro Fernández y la asturiana Teresa Mallada se pronunciaron en ese sentido. Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, reclamó «diálogo» y que tanto la dirección nacional como los líderes territoriales del partido estén a la altura de las circunstancias para encontrar «lo más rápido posible» una solución al «gravísimo problema» del PP.

Casado y el secretario general, Teodoro García Egea, trataron de resistir y convocaron en la sede del PP a diputados, senadores y cargos provinciales afines para medir fuerzas con los más críticos. A Génova llegaron entre otros, los diputados Edurne Uriarte, Diego Movellán, Andrés Lorite, José Ortiz, Ramón Herrera y Vicente Betoret.

Presión máxima sobre Casado

Pero la presión era máxima sobre Casado. Mientras el comité de dirección permanecía reunido, tanto la propia Ayuso como el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, calificaron de «insostenible» la situación del PP. La presidenta madrileña exigió un «giro absoluto» en el partido y Feijoo la toma de decisiones «urgentes» que «no serán fáciles», sino «complejas» ante la situación de «colapso» del partido. Y es «al presidente del partido» al que corresponde, según el presidente de la Xunta, tomar «la última decisión». Aunque no precisó cuál es ese último paso que debería dar, aclaró que ya se lo ha trasladado al propio Casado.  

Las declaraciones que ha hizo este lunes Feijoo, sin ser concluyentes, parecen abrir la puerta por primera vez a escuchar a quienes lo consideran como la única solución posible tras la salida de Casado. El apoyo a Feijoo como nuevo líder es mayoritario en el partido, pero la clave podría estar en que ese respaldo llegue a ser unánime, incluyendo al propio Casado y a Díaz Ayuso. La presidenta madrileña, en todo caso, no tiene respaldo de otros territorios. Y menos, después de la última crisis con Casado y las revelaciones sobre las actividades de su hermano. 

A la presión se sumó incluso el presidente del PP en Castilla y León y presidente en funciones del Gobierno autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, que exigió a Casado una «solución rápida, inmediata y eficaz»

Casado ha contactado con todos los barones territoriales pidiendo tiempo para solucionar la crisis sin necesidad de que el partido implosione. Pero la mayoría le ha dejado claro que es necesario tomar medidas de inmediato y que la primera decisión debía ser la destitución del secretario general, Teodoro García Egea.

Almeida no asiste al comité

El comité de dirección del Partido Popular lo conforman, además de Casado, el secretario general Teodoro García Egea, los vicesecretarios del partido y los portavoces en el Congreso, en el Senado y en el Parlamento Europeo. No estuvo hoy en la reunión el portavoz nacional del PP y alcalde Madrid, José Luis Martínez Almeida, que ya ha expresado hace tiempo a Casado su deseo de abandonar su responsabilidad en el partido para centrarse en la alcaldía.

Asistieron por tanto  Ana Beltrán (Organización), Pablo Montesinos (Comunicación), Ana Pastor (Política Social), Antonio González Terol (Política Territorial), Jaime de Olano (Participación) y Elvira Rodríguez (Acción Sectorial), además de la responsable del Comité de Derechos y Garantías, Andrea Levy, la presidenta del Comité Electoral, Belén Hoyo, la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, el del Senado, Javier Maroto y la el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat.

La reunión de este órgano se produjo cinco días después de que el secretario general, Teodoro García Egea, calificara de «casi delictivas» las declaraciones de Ayuso, y de que Casado deslizara que la presidenta madrileña podría haber estado incurriendo en «tráfico de influencias» en un día en el que «morían 700 personas» por el covid en España.

Dos expedientes abiertos

En cuanto al conflicto interno entre Díaz Ayuso y la dirección del PP,  según publicó el diario El Independiente, la dirección del PP abrió en realidad dos expedientes informativos a Díaz Ayuso. Uno por, las declaraciones vertidas por la presidenta madrileña durante en su comparecencia desde la Puerta del Sol, en la que acusó a Pablo Casado de haber urdido una trama de espionaje para destruirla. Y otro, que la propia Ayuso desconocería en este momento,sobre el propio contrato de compra de mascarillas que afectaba a su hermano.

Aunque este segundo expediente parece haber sido archivado después de que Ayuso presentara la factura de 55.000 euros cobrada por su hermano, el segundo permanecería abierto, ya que Ayuso no se ha retractado en ningún momento y hoy mismo insistió en esas acusaciones. La presidenta madrileña agradeció incluso las muestras de «cariño» que ha recibido, un día después de que miles de personas se congregaran a las puertas de la sede madrileña del PP en contra de Casado y a favor de Ayuso. De hecho, los dos expedientes tienen que pasar todavía por el Comité de Derechos y Garantías que preside Andrea Levy, que todavía no ha tomado una decisión forme sobre ninguno de ellos.