Adriana Duelo, nutricionista: «El paciente típico con déficit DAO es migrañoso, con estreñimiento y piel atópica»

Lucía Cancela
Lucía Cancela LA VOZ DE LA SALUD

VIDA SALUDABLE

Adriana Duelo, nutricionista y Directora General del International Institute of DAO deficiency.
Adriana Duelo, nutricionista y Directora General del International Institute of DAO deficiency.

La Directora General del International Institute of DAO deficiency explica la relación que existe entre una deficiencia de la enzima DAO y el exceso de aminas

25 oct 2024 . Actualizado a las 10:33 h.

El conocimiento acerca de la nutrición y el impacto que tiene en la salud crece a pasos agigantados. Ahora ya no solo se piensa que una alimentación de calidad puede hacer que las analíticas muestren todos los valores en sus niveles, que también, sino que se empieza a estudiar cómo determinadas sustancias pueden ayudar o perjudicar.

En este sentido, nace la relación entre el déficit de DAO y el exceso de histamina. Se considera una entidad reciente en la nutrición clínica, y las posiciones todavía están divididas. Adriana Duelo, nutricionista, doctoranda en la Universidad de Barcelona en el grupo de Aminas y Poliaminas Bioactivas de los Alimentos y Directora General del International Institute of DAO deficiency, se encuentra estudiando los efectos de esta relación en el centro catalán.

—¿Qué significa tener déficit de DAO?

—El déficit de DAO es la carencia funcional de una enzima, que se llama diaminooxidasa. Está presente en todos los mamíferos, de una medida u otra, sobre todo, en el intestino delgado, aunque también está en otros órganos. El problema o el trastorno metabólico se encuentra cuando hay una carencia de la actividad funcional de esta enzima, la cual impide su correcta labor, que es la de eliminar una molécula, conocida como histamina, y que ingerimos cada día con nuestra dieta mediterránea y saludable a través de los alimentos.

—¿En qué se traduce que haya una carencia de este tipo?

—Como no tenemos suficiente actividad de la enzima DAO, cuando ingerimos alimentos con contenido en histamina, no la podemos metabolizar correctamente, es decir, no la podemos transformar en sus metabolitos, lo que acaba generando que nuestro organismo la acumule en lugar de expulsarla. Esta molécula, que es proinflamatoria, es necesaria para la vida y tiene muchísimas funciones siempre y cuando sea la que nosotros generamos, la propia. ¿Qué sucede? Que al acumular la que procede de los alimentos, tenemos un exceso de histamina exógena o alimentaria, que genera inflamación.

—¿Cómo se suele manifestar?

—Esta inflamación acaba provocando diferente sintomatología, muy común en la población, y que normalmente está maltratada o infratratada. Sabemos que puede alterar distintos sistemas: como el sistema neurológico, con cefalea, migraña y vértigo; hasta trastornos del sistema digestivo, como el mal llamado colon irritable, que incluye irregularidades intestinales, diarrea o estreñimiento sin una causa aparente, y distensión abdominal. También puede afectar al sistema dérmico o respiratorio, generando urticaria, rojeces, picores, eccemas, rinitis o estornudos. Y también podría llegar incluso a tocar otros sistemas, que se han investigado en los últimos años, como el sistema aparato locomotor, lo que produce dolores musculares o articulares. Hay un estudio que se publicó en el 2024, sobre la fibromialgia y déficit de DAO, donde vinculan este dolor con exceso de histamina.

—¿Por qué afecta a diferentes sistemas?

—La histamina es una molécula que viaja por el torrente sanguíneo y puede activar cuatro receptores conocidos, y generar estos síntomas. Lo que no sabemos todavía es por qué en unas personas quedan afectados unos sistemas, y en otras personas, otros. Lo que tienen en común todos los pacientes es que, como mínimo, presentan de dos a tres sistemas afectados. Esta es una manera de diagnosticar, en clínica, cuando todavía no hemos pedido pruebas. Es decir, una persona que nada más viene con rinitis, es raro que tenga déficit de DAO. Pero si tiene rinitis, y además tiene migraña y nos dice que se hincha, pues tiene muchas papeletas para ello.

—¿De qué se encarga la histamina endógena? A la mayoría, nos lleva a pensar en las alergias.

—Exacto. La endógena es la que cumple funciones, y que nuestro organismo fabrica. Luego tenemos la exógena, ingerida a través de los alimentos, y que al no poseer ninguna función, debe ser eliminada a través de la enzima DAO. El problema es que, si se acumula, al final, se acaba sumando a la nuestra (por así decirlo) y genera un desajuste.

—¿Podría darme algún ejemplo?

—Sí, la endógena está controlada. Es más, cumple funciones tan importantes como contribuir a segregar ácido clorhídrico en el estómago para ayudarnos a hacer bien la digestión. Si tenemos demasiada histamina, vamos a generar demasiado ácido y eso puede llevar a tener más reflujo gastroesofágico. O, por ejemplo, nuestra histamina la tenemos como señal de alarma cuando entramos en contacto con un alérgeno. Si tenemos demasiada, se va a producir una sobrerreacción pudiendo llegar al cuadro anafiláctico. Es decir, cuando tenemos un acumulo de histamina todas aquellas funciones que, en teoría, hace de manera correcta, se ven totalmente desajustadas y exageradas.

—¿Cómo suelen llegar a consulta sus pacientes?

—Hoy en día, muchos médicos aún no saben de este trastorno, que llevamos estudiando desde hace más de 20 años. Por eso es habitual que nos lleguen pacientes que han leído mucho al respecto. El típico es migrañoso, con estreñimiento y piel atópica. Son los síntomas más frecuentes. Lo bueno es que con cuatro semanas de tratamiento mejoran. Quiero decir, hay gente que viene pensando que solo tiene migraña, y a medida que hacemos la anamnesis en consulta, vemos que tienen otros síntomas y todos acaban mejorando. Me dicen que llevaban toda la vida con la barriga hinchada o con estreñimiento, y nunca le habían dicho eso. Que podían mejorar con una dieta. En ese sentido hace que la adherencia al tratamiento sea muy alta, porque notan mejoras al cabo de muy poco.

—¿Tiene la sensación de que estos pacientes normalizan sus síntomas?

—Sí, incluso la migraña, que es muy incapacitante. Me dicen: “Yo tengo migraña, pero porque mi madre y abuela tienen y me dijeron que era hereditario”. Claro, se hereda la causa. El déficit de DAO es hereditario, pero se puede tratar igualmente.

—¿Cómo se aborda este déficit?

—El abordaje es, principalmente, dietético. La base del tratamiento es seguir una dieta baja en histamina, más o menos estricta. Generamos un protocolo de tres fases, porque es inviable hacer una dieta baja en histamina durante toda la vida. En la primera fase, retiramos los alimentos que tienen histamina o que se consideran ricos en ella y otras aminas, porque compiten entre ellas y es algo complejo. Durante las dos primeras fases, suplementamos también con enzima DAO. Desde hace unos 15 años, en el mercado existe un producto que no es un medicamento ni tampoco suplemento, sino que tiene una categoría muy especial: alimento para usos médicos especiales. Estas personas siguen la dieta y toman esta suplementación antes de las principales comidas y así evitan cualquier entrada de histamina por parte de la dieta. En cuatro semanas, el cambio es espectacular. a medida que van avanzando, vamos ampliando la dieta poco a poco, sin llegar a un punto inicial porque podrían empeorar, pero sí que con la ayuda de la enzima y de que algún día entre semana les permitimos incorporar algún elemento moderado en histamina, siguen una vida bastante normal.

—¿Qué alimentos son altos en histamina?

—Son muchísimos, y además son saludables, por eso es complicado. Dentro de la dieta rica en histamina retiramos alimentos ricos en histamina como tal, como un queso curado, que sería un alimento rico en ella porque está fermentado y esta amina es provocada por las bacterias; otro grupo de alimentos que retiramos son, precisamente, los ricos en otras aminas que compiten con la histamina para ser degradada por la enzima DAO, como el zumo de naranja; también quitamos alimentos liberadores de histamina, como la clara de huevo, la leche, frutos secos o el marisco; y luego, un cuarto grupo muy importante, que son alimentos bloqueadores de la enzima DAO, formado por las bebidas que contienen alcohol porque el etanol actúa como saturador de la enzima DAO. Por dar un ejemplo, en una cena donde haya pizza, que tiene queso, tomate y atún, y una cerveza, es un cóctel. Y aquí viene la gente con migraña o urticaria al día siguiente. Los síntomas no aparecen al momento, como sí qué ocurre en la celiaquía o intolerancia a la lactosa. Por eso, es muy difícil diagnosticar o llegar a la sospecha. Porque claro, el médico les pregunta y no hay causa-efecto rápida. De ahí que el paciente deba llevar un registro alimenticio muy completo, que nos permita ver qué come. A veces nos encontramos con que cada mañana se toman su tostada con salchichón y un zumo de naranja; ya empieza mal el día.

—Entiendo que este protocolo se debe hacer con control profesional. Muchos de los alimentos que se restringen son saludables.

—Sí. De hecho, es muy común que cuando la gente viene a consulta viene habiendo leído un montón en internet, hay listados incorrectos de alimentos, y te dicen que ya siguen una dieta baja en histamina pero que se encuentran fatal. Y luego, ves su registro y solo comen arroz con pollo porque han leído que es bajo en histamina, y es normal que vengan cansados o con anemia. Esto es algo muy importante, y cada vez más en redes salen influencers hablando sobre un tema específico y la gente les sigue. Está muy bien para divulgar, pero a la hora de tratar es un problema, porque con buena fe, a veces se puede llegar a generar incluso trastornos de la conducta alimentaria.

—¿En qué estado se encuentra la investigación respecto a este déficit? Hay un documento de posicionamiento del Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Cataluña que dice que no hay suficiente evidencia para hablar de histamina y migraña.

—Sí, ese documento es de hace tiempo. Ahora mismo, esta investigación está en el mejor punto de su vida, porque cada vez hay más grupos de investigación trabajando este tema y la evidencia es sólida. El 80 % de los estudios se concentran en los últimos diez años, y en con los últimos cinco se llega al 90 %. De hecho, ya está reconocido por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Estoy terminando mi doctorado sobre este tema, hay un grupo de investigación en el que solamente trabajamos esto.

—¿Por qué dice que dice que el colon irritable está «mal llamado»?

—Mal llamado porque es una etiqueta cajón de sastre. Es decir, ¿qué significa colon irritable? No aparece en ninguna definición. Colon irritable es una etiqueta que al final se utiliza en la medicina cuando no se sabe muy bien lo que le pasa al paciente. Es crónico, con diarrea o estreñimiento, las pruebas médicas salen más o menos bien y al final se le dice que tiene colon irritable y que controle su dieta. Hemos visto es que estos pacientes pueden cursar con diarrea o estreñimiento independientemente de su tipo de vida. Cuando empiezan a seguir una dieta baja en histamina se les regula, y te cuentan que en su escala de Bristol es de cuatro, que es la mejor consistencia fecal.

Lucía Cancela
Lucía Cancela
Lucía Cancela

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.