«La pirámide alimenticia que estudiamos en el colegio es mentira»

Tamara Rivas Núñez
t. rivas A CORUÑA / LA VOZ

SOCIEDAD

ANGEL MANSO

Sulay Tovar, directora del grupo Diabesidad, del Cimus, destaca que Galicia tiene un problema de obesidad

18 jun 2019 . Actualizado a las 13:59 h.

La obesidad se ha convertido en la segunda causa de muerte prevenible a nivel mundial, algo que ha llevado a los expertos a hablar de ella como la pandemia del siglo XXI. Galicia, con un 24,9 % de población obesa -la media española está en el 21,6 %- es la segunda comunidad con mayor índice de esta enfermedad entre su población, y el porcentaje no para de subir entre los más pequeños. Para la doctora Sulay Tovar (Vilanova de Arousa, 1974), investigadora Ramón y Cajal y directora del grupo Diabesidad, del Cimus, la forma de revertir estos datos pasa por cumplir con un mantra bien manido: «una dieta saludable y ejercicio físico».

 -¿Tiene Galicia un problema con la obesidad?

-Sí, y además es un problema que no para de crecer, sobre todo en la población infantil. No se trata de algo estético, sino que puede dar lugar a la aparición de otras enfermedades, como puede ser la diabetes tipo II en los niños.

-¿Es culpa del estilo de vida o de la carga genética?

-Hay de todo, pero nuestra forma de vida es lo más importante. Apenas un 2 % se corresponden con ciertas mutaciones genéticas. Un ejemplo: ser rubio o moreno es algo totalmente genético, pero aunque estés predispuesto genéticamente a tener pecas, si no tomas el sol, no te van a salir. Así que, llevando una dieta saludable y haciendo ejercicio, aunque estemos predispuestos, no tiene por qué desembocar en una obesidad.

-¿Cuáles son los errores más frecuentes que se cometen con la alimentación?

-El exceso de comidas rápidas y procesadas, porque no sacian y provocan la necesidad de querer comer más. También las dietas extremadamente restrictivas, que al principio hacen que bajes de peso, pero después tu organismo necesita energía, te pide que comas más y se produce el efecto rebote. La pirámide alimenticia que estudiábamos en el colegio es mentira. La base no tienen que ser los carbohidratos, hace falta comer más verduras, frutas, arroz, pasta, proteínas... pero más repartido.

-¿En qué investigación está centrada?

-En el grupo que yo dirijo en el Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas de la USC (Cimus) lo que buscamos son los mecanismos moleculares de cómo se produce la obesidad y las variaciones que pueden existir entre unas personas y otras. Tratamos de encontrar algún tipo de diana terapéutica, proteína, sustancia o medicamento que pueda ayudar, o bien a comer menos o a gastar un poco de energía más.

-¿Se están consiguiendo avances?

-Todos los días se van descubriendo cosas. Hace unos meses, mi grupo publicó un artículo de cómo en una determinada mutación en un ratón le producía un incremento de termogénesis y con ello un gasto energético mayor. Hay fármacos para la obesidad, pero son poco efectivos y tienen bastantes efectos secundarios, por eso hay que buscar otras fórmulas.

-¿La obesidad también es un problema para el sistema sanitario?

-Los costes directos para el sistema sanitario debido a la atención para personas con sobrepeso u obesidad ascendió en el 2016 a 1.950 millones de euros y puede llegar a los 3.000 millones de euros en doce años.

-¿Por qué cada vez hay más niños con esta enfermedad?

-Básicamente porque se mueven menos y porque todavía hay pocos nutricionistas o dietistas en los comedores escolares que elaboren menús equilibrados.

-¿Qué se puede hacer para combatir su avance?

-La educación es fundamental, tanto en el colegio como en casa. Se han impulsado muchas campañas, pero no puede ser que cuando un niño llegue a casa lo único que encuentre para comer sean galletas, bollos o bebidas carbónicas. Los padres tienen que tomar conciencia y saber que cuando llevas una vida y una alimentación saludable, ya no tienes por qué hacer otra.

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