¿Tiene sentido mantener los niveles de restricción?

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

La celebración de verbenas, como el festival de orquestas que se celebró este fin de semana en Santiago, por ahora solo se permite en nivel medio-bajo
La celebración de verbenas, como el festival de orquestas que se celebró este fin de semana en Santiago, por ahora solo se permite en nivel medio-bajo Sandra Alonso

De momento, sí. Pero si la evolución del coronavirus se mantiene, en unos meses podrían dejar paso a protocolos de seguridad: Galicia empezaría a convivir con el virus

29 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El mapa de restricciones de las dos últimas semanas viene a cartografiar que la quinta ola va quedando atrás: la inmensa mayoría de la población de Galicia vive con las mínimas restricciones en vigor, y, a la espera de las decisiones del comité clínico de este martes, apenas dos concellos, Foz y O Barco (que suponen menos del 1 % de la población) están en nivel medio. Las diferencias entre uno y otro nivel son cada vez menos y de hecho, en este momento el cambio supone solo distinciones en la posibilidad de celebrar verbenas y conciertos de pie y, a la espera de que entre en vigor un nuevo protocolo para el ocio nocturno, en la ocupación de las terrazas de estos locales. La pregunta que surge es si tiene sentido mantener el sistema de niveles.

De momento, sí. Coinciden en su análisis tanto Sergio Vázquez como Tato Vázquez Lima, ambos miembros del comité de expertos que asesora a la Xunta en la gestión de la pandemia. Primero, porque puede ocurrir en algún momento que un concello tenga que pasar a los dos niveles más altos, que sí suponen grandes diferencias en los aforos. El máximo, además, permitiría la activación del nivel de seguridad en la hostelería, la válvula de seguridad que se reserva el protocolo por si la situación epidemiológica se vuelve grave en algún municipio concreto.

No solo esto. Mantener el sistema de niveles también facilita realizar un seguimiento de la evolución del coronavirus en el territorio, ya que activar uno u otro nivel se realiza en base a una serie de indicadores epidemiológicos. Y además, es un «toque de atención» sobre lo que puede estar ocurriendo en un municipio. Porque la población ve del sistema de niveles su consecuencia, es decir, la restricción, pero el comité clínico tiene el foco puesto en la causa: indicadores que muestran una fotografía concreta y dan datos sobre lo que puede ocurrir con la transmisión del covid-19.

Así que parece que de momento el sistema de niveles sigue teniendo utilidad a pesar de que las diferencias entre los niveles en este momento activos son mínimas. La cuestión es hasta cuándo seguirá en vigor. Portugal ya ha anunciado que la pandemia entra en fase de «responsabilidad individual» y reabre discotecas, deja a un lado el certificado covid en la hostelería y flexibiliza el uso de la mascarilla. Otras comunidades también han dado pasos hacia la normalidad permitiendo a la hostelería abrir con el horario prepandemia, incrementando al máximo los aforos de comercios y oficinas o permitiendo el consumo en barra y las reuniones sin limitaciones.

«Se todo vai ben, o sistema de niveis será substituído por protocolos de seguridade», explica Vázquez Lima sobre cómo podría ser el siguiente capítulo de la pandemia. Ese si todo va bien es, fundamentalmente, que la vacunación siga siendo efectiva y que no aparezcan nuevas variantes que sean resistentes a las vacunas actuales. Es decir, si la situación evoluciona en los mismos términos en los que los está haciendo actualmente, la lógica es dejar atrás las restricciones y, por fin, empezar a convivir con el virus.

Seguridad versus restricción

¿Cómo? «Yendo más a políticas de seguridad que a políticas de restricciones, que tendrían menos sentido», aclara Sergio Vázquez. Es decir, se desarrollarían indicaciones sobre como realizar ciertas actividades para entrar en esa nueva normalidad.

La otra gran incógnita es cuándo. La respuesta es depende. Vázquez y Lima coinciden en que la vacunación es una de claves, y ahora que se está ya administrando la tercera dosis al colectivo de personas inmunodeprimidas y a los mayores, la última fase será la ínmunización de los menores de 12 años. A partir de ese momento, y salvo cambios sustanciales en la evolución epidemiológica, llegará la hora de desactivar el mapa de restricciones.

Una de las lecciones de esta pandemia ha sido que es difícil, por no decir imposible, hacer pronósticos a largo plazo. Con esa cautela presente, los miembros del comité clínico hablan de que, de mantenerse la evolución descendente como hasta el momento, quizá comience a desactivarse el sistema de niveles a partir de Navidad. Es decir, el próximo año, Galicia conviviría con el virus.