Marta Fernández, directora del CSHG: «Tenemos que dignificar la profesión de camarero»

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La escuela sopesa ampliar su plan de estudios y dar una formación continua
10 jun 2019 . Actualizado a las 18:24 h.En 1994 ingresaban los primeros alumnos en el Centro Superior de Hostelería de Galicia, por el que ya han pasado cerca de 2.500. Marta Fernández Vázquez (A Coruña, 1982), actual directora, habla de los retos a futuro y repasa el camino andado hasta ahora por una escuela que se creó «para capacitar al sector turístico» y que empezó de la mano de L’École Hôtelière de Lausanne, un referente a nivel internacional en enseñanza hostelera. «Entonces, no había precedentes en España de una escuela dedicada exclusivamente a la gestión hotelera y su asesoramiento nos permitió colocarnos a la vanguardia en la formación. De hecho, desde el primer momento el plan de estudios ya incluyó lo que ahora llaman la formación dual, una aplicación casi inmediata del conocimiento adquirido a través de prácticas en empresas, desde el primer curso hasta el último y pasando por todos los niveles, empezando por los puestos más bajos hasta llegar a los más altos», destaca.
-Implantaron un modelo formativo moderno en los 90, pero ¿qué se ha avanzado en este tiempo?
-El contacto permanente con el sector nos ha permitido incorporar los cambios y avances que hubo en el sector y no quedarnos obsoletos. Por ejemplo, en la comercialización hotelera, que ha cambiado muchísimo con la llegada de Internet. Y hay cosas que mantenemos desde el origen, como el peso en nuestra escuela del idioma. Impartimos dos: el inglés obligatorio y una segunda lengua, a elegir entre alemán o francés. Son fundamentales para incorporarse al mercado laboral.
-Empezaron con 90 alumnos, con una capacidad para 350. ¿Actualmente se quedan muchos fuera tras el examen de acceso?
-Actualmente no, porque inicialmente el único centro que había era el nuestro y ahora hay competidores. Nos han venido a visitar muchos para aplicar nuestro sistema educativo. Y eso, añadido a que el número alumnos ha decaído a nivel global, hace que a día de hoy no se queden muchos fuera. Tenemos capacidad todavía de incrementar el número de alumnos. De hecho, estamos estudiando ciertos cambios de cara al futuro. Nos queremos abrir a uno de los aspectos que no estamos contemplando lo suficiente, que es la formación continua. Aunque no somos un grado, sí damos un título oficial de la USC. Es decir, el perfil de alumno que accede a la escuela es uno que acaba de superar las pruebas de acceso a la universidad, pero queremos también dar una salida y formar a profesionales ya en activo que quieran reciclarse.
-Se enfrentan al reto del nuevo año santo. ¿Qué supondrá?
-Como dices, un gran reto. Habrá un número muy elevado de visitantes y tenemos que contentarlos para que vuelvan. Hay que seguir en la línea de la profesionalización y mejora del sector, para dar una buena respuesta.
-Hay quien habla de la burbuja hostelera para el 2021, incluso del peligro de que esta estalle...
-Es cierto que el año santo es una oportunidad para todos, pero tenemos que intentar consolidar la oferta. Hay que aspirar a que todo lo que se cree tenga una viabilidad y permanezca en el futuro. Y esto se consigue satisfaciendo al visitante y si Galicia refuerza su posicionamiento como destino turístico. Hay factores que pueden ayudar mucho, como la llegada definitiva del AVE o, en general, una mejor accesibilidad.
-Sigue habiendo mucho intrusismo, sobre todo en los escalones más bajos, y surgen nuevos fenómenos como los pisos turísticos.
-Hay antiguos alumnos del centro que han apostado por nuevos modelos de negocio. Claro que hay intrusismo, porque hay propietarios que ponen a disposición del público una vivienda para el uso turístico, pero también hay gente formada intentando profesionalizar el sector. Los pisos vacacionales son un modelo con demanda y hay que considerarlo y aprovechar esta oportunidad.
-¿Y qué hay de la precariedad laboral en los puestos más bajos?
-Es un tema bastante complejo. Hay muchas formaciones reguladas para atención en sala, pero es un puesto que no está teniendo la demanda suficiente para abastecer las necesidades en la hostelería. Puede ser por las condiciones laborares, por la dificultad de conciliar o porque es un campo denostado y eclipsado por la cocina, aunque contribuye en un 60 % al nivel de satisfacción del cliente. Sin embargo, la mayor parte de los alumnos que entran el centro es porque quieren tener un cargo directivo en un hotel. A día de hoy, los jóvenes no quieren ser camareros, tenemos que dignificar esta profesión. Hay que darle el valor que tiene, que es mucho, y regularla para garantizar unas condiciones laborales mínimas.

«La competencia es cada vez más agresiva y el cliente más exigente»
Mirando hacia el horizonte, la directora del Centro Superior de Hostelería de Galicia habla de los objetivos para el próximo cuarto de siglo: «Lo primero es mantener el prestigio. Creo que tenemos que continuar cultivando las relaciones internacionales y, a fin de cuentas, mantenernos en una posición de referencia. Es decir, que los alumnos del mañana quieran seguir estudiando con nosotros y que el sector continúe buscando aquí a sus profesionales».
-Las prácticas e internacionalización han sido buque insignia de la escuela. ¿Se siguen sorprendiendo de hasta dónde han llegado alumnos de A Barcia?
-Esta semana, coincidiendo con la celebración del 25 aniversario del centro, tuve la oportunidad de conocer a antiguos alumnos que contaron su experiencias profesionales. Me parece increíble la oportunidad que les brinda la escuela, porque es una formación superespecializada y cuando finalizan sus estudios aquí cada alumno ha tenido cuatro experiencias laborales y puede elegir. Es decir, a parte de dar una formación muy valorada en el sector, permite a los alumnos introducirse en él y, una vez dentro, es mucho más fácil quedarse. Es habitual que ya en los últimos cursos o prácticas consigan un puesto de trabajo. Por ejemplo, una alumna que hizo las prácticas el año pasado está ahora de analista en la central de Meliá. Son cargos importantes para personas muy jóvenes. Yo estudié una carrera distinta, una ingeniería agrícola, y cuando acabé no conocía para nada el sector ni cómo enfrentarme a una búsqueda de trabajo activa.
-¿A qué dificultades se enfrenta el centro en los próximos años?
-La competencia es cada vez más agresiva y mantener una posición de referencia en este mercado no es fácil. No podemos relajarnos, ni en el ámbito de la formación ni en el de la hostelería, porque el cliente es cada vez más exigente y busca nuevas experiencias.
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