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Juan J. García Vallejo Inmunólogo e investigador 'Los bebés alimentados con biberones de plástico tragan millones de microplásticos cada día'

Este español acaba de demostrar la presencia de microplásticos en nuestro organismo. Junto con el ecotoxicólogo holandés Dick Vethaak, uno de los grandes expertos mundiales en la materia, nos lo cuenta en esta inquietante entrevista.

Por Fernando Goitia

Domingo, 24 de Abril 2022

Tiempo de lectura: 10 min

Comprobado. Los microplásticos han llegado a nuestra sangre. Lo acaba de confirmar un equipo de investigación coliderado por el inmunólogo español Juan J. García Vallejo. El hallazgo supone un gran avance en las investigaciones dirigidas a conocer los efectos que estas partículas microscópicas tienen en nuestra salud. Implica que ya están circulando por nuestro cuerpo y que, por lo tanto, pueden llegar a nuestros órganos.

Financiado por la Organización Holandesa para la Investigación y el Desarrollo en Salud (ZonMw), el estudio de García Vallejo (Inmunoplast) ha sido uno de los grandes impulsos para crear MOMENTUM, el mayor consorcio científico europeo dedicado en exclusiva a investigar las consecuencias de la creciente exposición a microplásticos y nanoplásticos para el cuerpo humano. Hablamos sobre todo ello con el científico español, a quien se suma el ecotoxicólogo holandés Dick Vethaak, coordinador del consorcio y uno de los grandes expertos mundiales en microplásticos. Los motivos para la preocupación advierten los investigadores, no escasean precisamente.

XLSemanal. Acaban de detectar microplásticos por primera vez en sangre humana. ¿Qué implicaciones tiene esto?

Juan J. García Vallejo. Bueno, era algo previsible, dado que las partículas de plástico han invadido el medio ambiente, pero faltaba demostrar que también están invadiendo nuestros cuerpos. Y es científicamente plausible que puedan transportarse a los órganos a través del torrente sanguíneo.

XL. ¿Y que puedan acumularse ahí?

García Vallejo. Aún no lo sabemos, pero ya se ha comprobado que los microplásticos son capaces de llegar hasta ahí. Poco después de publicar nuestro hallazgo, de hecho, investigadores del Reino Unido han detectado partículas de plástico en los pulmones de personas vivas. No sabemos si llegaron ahí a través de las vías respiratorias o de la sangre, pero es, sin duda, otra señal más de que es urgente seguir investigando.

XL. Un 80 por ciento de las personas de su estudio tenían microplásticos en sangre, ¿me pueden dar más detalles?

García Vallejo. El estudio se realizó con 22 voluntarios sanos y hallamos partículas de plástico en 17. La mitad de las muestras de sangre mostraban rastros de PET y más de un tercio presentaban poliestireno. Esta es la primera vez que hemos podido detectar y cuantificar estos componentes químicos en sangre humana. Es decir, que hay plásticos en nuestro cuerpo.

'Al usar mascarillas quirúrgicas, tan extendidas como protección ante el COVID, también respiramos microplásticos'

XL. Hay miles de tipos de plásticos, ¿cuales han encontrado ustedes?

García Vallejo. Hemos identificado y cuantificado cinco polímeros de alto volumen de producción. Los más comunes, pero existen más de 5000 polímeros plásticos.

XL. ¿En qué riesgo para nuestra salud se traduce todo esto?

García Vallejo. Ya hemos visto que estas partículas causan daño a las células humanas en el laboratorio, pero, hoy por hoy, ignoramos el efecto que esto puede causar en nuestro organismo. Necesitamos comprender mejor nuestra exposición a estas sustancias y validar los posibles riegos de todo esto.

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Ha llegado el 'Momentum'. Gran experto mundial en microplásticos, el ecotoxicólogo holandés Dick Vethaak es uno de los coordinadores de Momentun, el mayor consorcio científico europeo dedicado en exclusiva a investigar las consecuencias de la creciente exposición a microplásticos y nanoplásticos para el cuerpo humano.

XL. ¿A qué más preguntas habría entonces que responder?

Dick Vethaak. Son muchísimas. Como quien dice, la investigación en este campo está empezando ahora. Por eso hemos creado el consorcio Momentum. Queremos buscar respuestas a preguntas como: ¿a dónde van estas partículas, a qué otros órganos? ¿Se pueden eliminar? ¿Son capaces de atravesar la barrera hematoencefálica que restringe el paso de sustancias tóxicas al fluido cerebral? ¿Están estas partículas presentes en el plasma o son transportadas por tipos de células específicas? ¿Pueden estar estas células involucradas en la translocación de partículas a través de la mucosa hacia el torrente sanguíneo? ¿Pueden las partículas de plástico afectar a la regulación inmunitaria o la predisposición a enfermedades con una base inmunológica? Además, el estudio se ha centrado en apenas cinco tipos de polímeros, pero hay muchos más. Necesitamos desarrollar nuevas técnicas de análisis.

XL. ¿Cómo llega el plástico a nuestra sangre?

García Vallejo. Es otra de las cosas que nos preguntamos. La piel y las mucosas, digestiva y respiratoria, conforman un sistema de protección muy eficaz, pero hablamos de partículas que pueden estar en el rango nanoscópico –de cien mil a un millón de veces más pequeño que un milímetro– lo que facilita su penetración en nuestros órganos. Podrían, por ejemplo, adherirse a las células, pero hay que investigar más.

XL. ¿Han visto paralelismos entre el comportamiento del plástico y el de otras partículas contaminantes ya conocidas?

Vethaak. Sí. De hecho, cuando consideras el impacto de las partículas de plástico en el sistema inmune, la gran referencia son todas esas partículas contaminantes que ya conocemos y que causan millones de muertes prematuras cada año. Un gran riesgo en este sentido sería la cascada de toxicidad que provocan, pero no tenemos aún evidencia de que las partículas de plástico que hemos encontrado disparen este tipo de mecanismos.

XL. ¿Quiere decir que el modo en que actúan las partículas de plástico y sus efectos podrían seguir patrones similares a otras partículas contaminantes que ya sabemos que nos hacen daño?

García Vallejo. Eso es. Hay un mecanismo de activación de células inflamatorias en el sistema inmune innato llamado inflamasoma, que se dispara por la presencia de ciertas partículas. Pueden ser producidas por el propio organismo, como cristales de ácido úrico, pero también por partículas externas contaminantes. Este es un típico proceso en el cual los microplásticos podrían tener impacto, pero no tenemos aún evidencia de que las partículas que hemos encontrado disparen este mecanismo o de que sea el único mecanismo. Necesitamos investigar más para ver si la presencia de microplásticos tiene de verdad efectos negativos sobre el sistema inmune.

'Las partículas de plástico han invadido el medio ambiente, pero faltaba demostrar que también están invadiendo nuestros cuerpos'

XL. Creo que hubo un estudio al respeto con trabajadores de la industria textil, ¿no?

Vethaak. Así es, pero fueron casos de exposición a concentraciones extremadamente altas de partículas de plástico, fibras, etc., a diario y durante décadas, que no es lo habitual. Les provocó todo tipo de enfermedades, incluido el cáncer. La población general está expuesta a concentraciones mucho más bajas, pero esta exposición química está en aumento y, con ello, también los riesgos potenciales para la salud humana. Si el plástico puede hacernos daño debemos hacer algo.

XL. Un estudio australiano de 2019 reveló que ingerimos del orden de una tarjeta de crédito por semana. ¿Les encaja esta cifra?

Vethaak. Sí, claro. De hecho, las estimaciones más recientes revelan que estamos expuestos a 100 millones de microplásticos cada día. Los respiramos, los comemos, los bebemos, se adhieren a nuestra piel; también se hallan en la pasta de dientes, brillos labiales, tinta para tatuajes... Debido a su composición química, existen muchos riesgos potenciales asociados a estos microplásticos.

XL. Otro estudio reciente revela, precisamente, que nueve de cada diez productos de las principales marcas de cosméticos contienen microplásticos...

Vethaak. En realidad, el escenario es mucho peor ya que ahí no se incluye la definición amplia de microplásticos que incluye a muchos más polímeros sintéticos. Y lo mismo con los nanoplásticos. Hay que reducir todo eso ya, porque son potenciales productores de partículas de plástico. Y nadie habla de las nanoperlas, que usamos para el pelo, en el baño y van directas al medioambiente de forma masiva.

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La vida entre plásticos. Partículas de plástico halladas entre polvo doméstico. «Los hogares son uno de los lugares donde más expuestos estamos a los polímeros plásticos –señala el ecotoxicólogo holandés Dick Vethaak–. Casi todo ha sido diseñado para convertirse en deshechos que no se puedan reciclar. Hay mayores niveles de exposición en nuestros hogares que en el exterior».© Dick Vethaak

XL. ¿Algo más?

Vethaak. Sí, sí, que no se me olvide: las mascarillas quirúrgicas, tan extendidas ahora por la COVID. Cuando respiras con ellas puestas se liberan partículas de plástico. Nos protegen de aspirar partículas contaminantes y virus del entorno, pero ¿cuántos microplásticos estamos respirando? Y hay más. Tazas, botellas y demás envases o recipientes de plástico son fuentes de exposición directa a nanoplásticos. ¿Y has oído hablar de las bolsitas de té? Pues liberan alrededor de 11.600 millones de microplásticos y 3.100 millones de partículas nanoplásticas en la taza que terminan en el sistema digestivo.

XL. ¿Cuántos años tardarán en comprobar si los microplásticos causan efectos graves en nuestra salud?

Vethaak. De 10 a 15 años. Es un asunto muy complejo, porque hablamos de una gama muy amplia de contaminantes, algunos de muy alto riesgo. Microplásticos y nanoplásticos son términos generales para una clase de contaminantes de gran diversidad en tipos, formas y compuestos. Además de todos los tipos distintos de moléculas que se utilizan como aditivos y que causan problemas al cuerpo humano. La exposición es lo que marca la diferencia. Sin exposición no hay riesgo, pero es que cada vez hay más.

XL. Mientras tanto, ¿en qué debería avanzar la industria?, ¿qué es lo más urgente?

García Vallejo. Lo más urgente es reducir los aditivos químicos que se añaden al plástico. Esto afecta a niños pequeños y bebés, en general más vulnerables a la exposición a sustancias químicas y partículas y el consiguiente riesgo de contraer enfermedades. De hecho, algunos estudios han detectado niveles de microplásticos diez veces más altos en las heces de los bebés que en las de adultos. Los bebés alimentados con biberones de plástico, sin ir más lejos, tragan millones de partículas de plástico cada día. Eso es muy preocupante.

'Los microplasticos que se degradan por los rayos UVA y factores atmosféricos acumulan microorganismos que, en nuestro cuerpo, podrían representar un riesgo biológico'

XL. ¿Se puede decir que la cadena alimentaria está contaminada por microplásticos?

Vethaak. Nos falta una investigación sólida y sistemática sobre los microplásticos en la agricultura, pero es evidente que la alimentación del ganado y de los peces puede contaminarse con microplásticos. Cada vez que cortas el césped, trituras desechos plásticos que acaban en la comida del ganado. Hay que determinar cómo los microplásticos afectan a los entornos de los animales de granja. ¿Terminan también en las vacas y su leche? Hay indicios de que es así, pero hay que investigar.

XL. ¿Los microplásticos pueden ser también una vía de entrada para patógenos en nuestro organismo?

García Vallejo. Sí, claro, algunos pueden absorber sustancias químicas o patógenos y liberarlas en nuestro cuerpo. Ten en cuenta que los microplásticos se degradan por la acción de los rayos UVA y los elementos atmosféricos y acumulan microorganismos que podrían representar un riesgo biológico. En el consorcio Momentun también investigamos todo esto, pero hay un gran agujero de conocimiento en este tema. Por ejemplo, empezamos ahora a entender que, tan pronto como las partículas llegan al medio ambiente aparece una eco-corona a su alrededor que, probablemente, juegue un papel importante en la generación de toxicidad. Esa es una línea de investigación muy interesante. Espero que, en breve, podamos contarte algunas cosas más.

El estudio Inmunoplast, codirigido por el inmunólogo español Juan J. García Vallejo, ha detectado cinco tipos de polímeros plásticos en nuestro torrente sanguíneo. Estos son:

Tereftalato de polietileno: Muy usado en envases y botellas de plástico reciclable, textiles de todo tipo, película fotográfica, máquinas expendedoras y recreativas, lámparas, letreros, expositores...

Polietileno: Es el más común y se usa en bolsas de plástico, cables, hilos, tuberías, tubos, pomos, recubrimientos, contenedores herméticos caseros, filmes de cocina, biberones, juguetes, pañales desechables, láminas para envasado de alimentos, fármacos y productos agroindustriales, piezas mecánicas, guías de cadena, cubos de agua, tambores, recubrimiento de lagunas, canales, depósitos de agua, etc., compuesto de harina de madera, envases de detergente, champú, lejía...

Estireno: Utensilios de cocina, componentes para automóviles, materiales para empaquetar, aislamientos eléctricos y de tipo doméstico, fibras de vidrio, cañerías, copas y vasos, reverso de alfombras....

Metilmetacrilato: Es el más transparente de los plásticos y se utiliza en expositores, mamparas, peceras, urnas, vitrinas, sillas, estanterías, bandejas, portamenús, llaveros, peanas...

Polipropileno: Impresión 3D, producción de fibras, juguetes, vasos, parachoques, botellas, depósitos de combustible, material de construcción, recipientes para alimentos, medicinas o productos químicos, ropa,  electrodomésticos, sacacorchos...